Coincidencias y gratas sorpresas
El mundo es un pañuelo, está claro.
El pasado sábado me he vuelto a encontrar, gracias a mi actividad de fin de semana, con un viejo amigo del pasado.
Era un día normal en la sierra cuando se me acerca un hombre y me saluda preguntándome si me acordaba de él. Son tantos los alumnos que han pasado por mis clases, que, aunque tengo bastante buena memoria, a veces se me escapan. Pensaba… pensaba…
Quizá no fuera del esquí… rápido repaso a todos los conocidos de la tele… del tenis… Mmmm… No caigo.
“Soy Víctor, el hermano de David”. Mmmm… Rápido pensando: ¿Qué David? (siempre he estado rodeado de Davides en mi vida). Y en seguida caigo. ¡Víctor de Torrejón! El hermano de mi amigo David de la más tierna infancia…
¡Qué pequeño es el mundo! Resulta que apuntó a su hija a Econieve, sin saber que estaba yo por ahí ni nada… ¡Bien por la web! 😉
Nos estuvimos viendo todo el día, incluso coincidimos alguna bajada juntos. Recordamos los viejos tiempos… Yo recuerdo aquel verano en que venía a cuidarme durante el día, íbamos a la piscina, al cine alguna vez, jugábamos al Asalto al Banco de Inglaterra de NAC… ¡Qué tiempos!
Una coincidencia y una muy grata sorpresa…