Tercer día. Tortuguero y su fauna.
30-7-2008
Rolando iba a pasar, puerta por puerta, para despertarnos a las 5:30 a.m. Casi sin desayunar, a las seis teníamos que estar en la lancha para hacer un recorrido por los canales de Tortuguero. Las vecinas de cabaña nos despertaron antes, así que aproveché para ir a la playa a dar una vuelta…
Se ve que una tortuga le había parecido un buen sitio para desovar justo enfrente del hotel… Estaba el rastro muy reciente.
El grupo se dividió en dos lanchas. A nosotros nos tocó con Víctor, el capitán, y Rolando y otro capitán iban en el otro bote.
Pasamos por Tortuguero y fuimos al puesto de control del Parque Nacional para entregar las entradas (10 dólares).
Enseguida vimos monos aulladores que se estaban despertando…
Con el éxito de ver a los monos nada más salir, continuamos nuestro viaje y nuestra búsqueda…
Un “troncodrilo”!!! Las ganas nos pueden…
Unos monos cara blanca… o mona con cría…
Se les veía un poco asustados con tanta expectación que habían levantado…
Hablando de crías… Por ahí también había unos monos aulladores…
La naturaleza en su estado puro…
Era increíble la agudeza visual de Víctor… Veía los animales muchísimo antes que nadie y cuando Rolando o alguien utilizaba los prismáticos para ver los colores del Tucán, por ejemplo, él ya lo había dicho en voz baja… casi inaudible para los que estábamos a su lado…
Olga y Nacho son una pareja de Barcelona con la que luego íbamos a compartir el resto del viaje… Durante este primer paseo en barca protagonizaron uno de los momentos divertidos de la otra lancha…
Durante este primer paseo también pudimos ver más animales…
A ratos salió un poco el sol y pudimos disfrutar de los colores del entorno…
Abandonamos el canal principal, más concurrido, y nos adentramos en otro que bordea el cerro de Tortuguero. El agua aquí es de color oscuro, café… Y cuando está quieta hay un reflejo perfecto…
Los monos aulladores también estaban por aquí…
Víctor oyó el croar de una rana roja… venenosa… Y se bajó de la lancha a buscar una… Nosotros, al saber que era venenosa nos pusimos tensos…
Pero luego resultó que era muy pequeña… y que con lavarse las manos si la habías tocado valía…
Vimos otra iguana ahí cerca, tumbada cómodamente en una rama…
Y seguimos viaje por ese canal…
Hasta localizar a unas tortugas pequeñas que nadaban en el canal…
A una la sacaron del agua para observarla un poco más de cerca…
Y fue devuelta enseguida al agua…
Con el que no se atrevieron a sacarle del agua fue a éste:
Que no perdía detalle:
La verdad es que en esta salida tuvimos muy muy buena suerte. Habíamos visto casi de todo… ¡A desayunar sobre las 8:30 con el deber cumplido!
Descansamos un poco en la habitación pero, como hacía buen día, fuimos a la playa del Mar Caribe a caminar.
No es la típica playa paradisíaca… pero es bastante bonita.
Después del paseo, un poco de piscina… como casi todos los del grupo…
Cerca de la hora de la comida, cuando volvíamos a nuestras cabañas a cambiarnos… ¡El iguanón! ¡Una pedazo de iguana en el jardín del Lodge! Que digo una… ¡Había tres!
Le hice unas fotos y seguimos viaje, pero según nos contaron, vino un perro y se puso a perseguirlas… ¡y las iguanas se metieron en la piscina!
Por la tarde teníamos la segunda visita en lancha al Parque Nacional…
Habíamos visto casi de todo, pero nunca se sabe…
Los de nuestro bote no habíamos visto una nutria que los otro sí habían visto… Así que Alicia, una de las catalanas que iban juntas, picaba a Víctor con ese tema…
Empezamos con aves… y alguna iguana escondida… Aunque después de la que habíamos visto en el hotel…
Vimos un mono aullador que estaba comiendo… o merendando… o lo que fuera…
También un pájaro de color negro con plumas blancas, que lo llamaron “piano”, que estaba con las alas abiertas… Secándose…
Por la mañana, aunque había salido un poco el sol, había estado nublado casi todo el tiempo. Ahora había una luz distinta para las fotos…
Los almendros de por allí son bastante distintos que los de aquí… allí son de los árboles más altos…
Aun así, en sus copas, se ven las flores caracterísitcas…
Víctor andaba buscando nutrias para contentar al respetable…
Y encontró una… Pero se escondía muy rápido… Quizá porque supiera que por ahí cerca estaba éste elemento sólo sobresalía del agua sus ojitos…
Por la tarde íbamos al Caño Harold… Un canal artificial que se construyó cuando había empresas madereras explotando la selva de Tortuguero…
La luz era increíble… Los colores verdes destacaban con unos brillos preciosos…
Ya llegando al Caño Harold, nos encontramos con estas tres que estaban ahí… En actitud de tomar el sol… O de esperar algo…
Por la mañana habíamos podido ver a unos Mono Araña pasando por encima de nosotros a toda velocidad… No los habíamos podido fotografiar… Así que encontrarnos con este mono araña comiendo tranquilamente nos vino muy bien…
La caracterísitica principal de estos monos es que sólo tienen cuatro dedos en las manos. Carecen de pulgar. Por otro lado, con su hombro pueden hacer el mismo movimiento rotatorio que los humanos.
Tienen un rabo muy largo, con el que se sujetan a las ramas y les sirve de agarre en sus grandes saltos… Como pudimos comprobar por la mañana…
Tienen brazos y piernas muy largos… y son, en general, bastante barrigudos… de ahí lo de araña…
Se notaba el calor y la pesadez… o quizá los animales también estaban echando la siesta… aun así fue un buen paseo…
Ya volviendo, última parada… Otro mono araña bien cerca… Se acercaba la hora de descansar…
A las seis, en la recepción, salía un cartel con el turno de visita y el grupo que te había tocado para ver a las tortugas en la playa.
Tú te apuntas, pero no puedes elegir ni hora ni sector ni nada…
Nos tocó el último turno, el de las diez de la noche… seis de la mañana en España.
Roger, el guía de la visita, llegó antes al hotel y las tres catalanas, Alicia, Marga y Maite, consiguieron adelantar un poco la hora.
De esta parte del viaje no hay fotos porque no se puede llevar la cámara a la playa, para no molestar a las tortugas.
Esto funciona así: sales en lancha a Tortuguero. Allí esperas, separados por sectores, a que los rastreadores avisen al guía de dónde hay una tortuga. Entonces se avanza por un sendero paralelo a la playa, hasta donde está la tortuga y, cuando ya ha empezado a desovar -que está en una especie de trance- es cuando se puede ver. Cuando ha terminado, se ve como tapa los huevos y protege el nido. Luego vuelve al mar y se va…
Quien tiene suerte ve más tortugas… una justo que salga del mar en ese momento… o ver dos con el mismo proceso. Teóricamente, también puedes tener mala suerte y no ver ninguna… pero en esta época del año es casi imposible.
Nuestra experiencia fue que, cuando nos avisaron que había una tortuga fuimos por el sendero hasta la playa y esperamos allí. Había muchísima gente… al menos cinco grupos.
Estábamos esperando a que la tortuga, que estaba por ahí cerca aunque no la viéramos, empezara a desovar, pero por algún motivo no lo hizo y se marchó… La vimos irse. Era grande… Muy grande… y se movía con los pasos lentos de las tortugas unidos al esfuerzo de haber cavado el nido y no haber desovado…
La multitud que había en la playa íbamos por detrás, siguiendo sus pasos, viéndola iluminada por las luces rojas de los guías… hasta que consiguió desaparecer a la tercera ola.
Ahora tocaba volver a esperar… Noche cerrada… Luna nueva… Los relámpagos que empezaron a caer nos cegaban más que un flashazo a dos centímetros del ojo… Y la lluvia torrencial que se desató, nos empapó en unos segundos. Teníamos un chubasquero que utilizamos para cubrirnos un poco… pero te mojabas igual.
Afortunadamente, en unos diez minutos, quince como máximo, paró de llover…
Habían dos tortugas cerca… estábamos esperando a que empezaran a desovar… Nos dividimos en grupos y cuando una empezó los que estaban con ella la vieron… nosotros seguíamos esperando.
Al final, la que había empezado, terminó y empezó a tapar el nido… nosotros fuimos a ver ese proceso… y a sentir cómo tiraba la arena… ¡con qué fuerza!
Y cuando “la nuestra” se puso a desovar, la vimos…
En este vídeo que he encontrado en Youtube se puede ver algo. Son un grupo de estudiantes que van a ver y a estudiar a las tortugas:
Me parece algo increíble poder ver este proceso… Me parece algo increíble que en esta época puedan llegar cientos de tortugas a la playa en una noche… y desde luego es algo casi mágico observar esta maravilla de la naturaleza…
Desde luego una cosa que hay que hacer una vez en la vida… Como dijimos en La Ruleta.
Un poco antes de las doce volvimos al Lodge y a dormir…
A la mañana siguiente abandonábamos Tortuguero.