Volar en globo sobre Segovia
Va a hacer un año, dentro de poco, que mis compañeros de La Ruleta me regalaron un vuelo en globo sobre Segovia.
El 12 de octubre hicimos el primer intento, pero hubo que suspenderlo por la niebla que había.
Ya empezó la temporada de esquí, los fines de semana se complicaron, luego todas las tareas atrasadas…
Pero el jueves me llamaron de Globos Boreal, la empresa que organiza los vuelos, diciendo que tenían unas plazas libres para este domingo. ¡Perfecto!
Como la citación era a las 7:15, fuimos el sábado e hicimos noche allí.
Dimos una vueltecilla por Segovia. La otra vez hacía frío, esta vez menos… aunque llovía. No queríamos ni pensar en que se volviera a suspender.
Pero no, a la mañana siguiente, madrugamos y cuando llegamos al lugar de despegue… ¡tenía muy buena pinta!
Nos presentamos al coordinador, que nos dijo en qué globo volaríamos…
Y sí, ¡esta vez sí!
Vimos los preparativos para el vuelo. El inflado de los globos…
Y también el despegue de alguno de ellos… La verdad es que impresionaba bastante verlos elevarse…
Subían rápido… Bueno, ya era nuestro turno.
Nos montamos. Íbamos nueve en el globo, si no recuerdo mal… El piloto hablaba con las otras personas de la organización y con los pilotos de los otros globos para avisar de que íbamos a subir…
Y subimos…
Sin movimientos bruscos… muy suavemente…
Casi sin darte cuenta de que subías… Te dabas cuenta sólo cuando tenías una referencia y veías lo abajo que se había quedado.
Como el lugar de despegue… Allá abajo…
Como bien se han encargado todo el mundo de decirnos, cuando vuelas en globo, sabes dónde despegas, pero no dónde aterrizas. Así que nosotros despegamos en Segovia, nos elevamos… pero no la cruzamos, sino que nos fuimos alejando…
Aun así, pudimos ver la Catedral, el Alcázar…
Y el Acueducto… desde 400 metros de altura…
Fuimos elevándonos más… Hasta los 1.000 metros de altura, que era lo máximo a lo que se iba a subir…
Ya era el momento de fijarnos en los verdes, en los marrones… en el azul…
En el relieve de la tierra…
¡Yo estuve allí!
Pasamos por encima de un pueblito… de más campo… de la vía del AVE…
De unos corderitos que, más pronto que tarde, serían degustados en alguno de los muchos restaurantes de Segovia…
Y seguíamos volando hacia donde el viento nos llevaba… Unas veces más alto…
Otras más bajo…
Campos sembrados, campos en barbecho, marrones, verdes…
Distintos dibujos humanos en la tierra…
El globo tiene una autonomía para unas dos horas de vuelo, con el gas que llevaba… Pero una hora después de despegar ya íbamos a buscar un sitio donde bajar…
Los globos que había salido antes que nosotros ya iban bajando…
Y por detrás venían los otros…
A nuestro piloto le pareció un buen sitio este campo que había al lado de la carretera…
El aterrizaje fue muy suave, como podréis ver en el vídeo al final de todo…
Una vez en tierra, el remolque llegó enseguida. No había que bajar para hacer peso… y sólo pudimos ir bajando de uno en uno según indicaba el piloto, para que el globo no se elevara de nuevo…
Un poco de gas… para subir la cesta al remolque…
Y a recoger. Primero había que bajar el globo.
Parece que se te viene encima cuando pierde consistencia y se va al suelo…
Luego, desinflarlo y doblarlo…
Se guarda en una bolsa y al remolque.
Brindamos, nos dieron unos diplomas que certifican que había mantenido el tipo con entereza…
Y vuelta a los coches.
Una experiencia para hacer una vez en la vida. Muy bonito de hacer, de vivir… e interesante para aprender.
¡Muchas gracias a todos por vuestro regalo!
Aquí os dejo con unos minutos musicales sobre nuestro vuelo: