“Roma non basta una vita”
Este pasado fin de semana he estado en Roma…
¡Creo que me he enamorado!
Ser turista siempre es genial… La vida se vive distinto… El tiempo importa pero es relativo… Tiempo para llegar a tal sitio… A tal otro… O para simplemente dejar que corra…
Me encanta ser turista… ¿A quién no, verdad?
Quizá Barcelona haya sido mi ciudad… Nueva York… Londres… ¡Pero he descubierto Roma y me ha enganchado!
Esa ciudad con su tráfico caótico…
En la que los coches y las motos nunca se detienen al paso de un peatón… Simplemente cambian el rumbo y esquivan…
Esas aceras irregulares…
Y calles de liso empedrado…
Esa ciudad que tiene obras de arte, historia y belleza vayas donde vayas…
Desde el Coliseo…
El Foro…
El Pantheon…
La Fontana di Trevi…
Plazas espectaculares como la de España…
O la del Poppolo…
Una ciudad en la que no sé cuántas iglesias habrá… No sé cuántos estilos convivirán…
Cuna de civilizaciones… Una ciudad que te hace respirar Historia… Roma es un museo en sí misma y tiene casi más arte fuera que dentro de los edificios…
Y eso sin contar El Vaticano…
Me faltó poder entrar a la Capilla Sixtina… Bueno… ¡Otra vez será!
Toda Roma es digna de verse… Con tiempo… Dejándose llevar y sorprender…
Por no hablar de la comida… Pasta, pizza… Claro…
Hay de todo, pero volví a encontrar un sabor maravilloso… ¡La noche del domingo, en un restaurante, tomé una pizza increíble! Un sabor que me recordaba a mis primeras pizzas margarita en aquella pizzería que había en Prosperidad… Nunca más he vuelto a degustar ese sabor…
Antipasto… Tiramisú… Esas cositas… Mmmm…
Me ha encantado el viaje…
¿Qué puede haber más mágico que un paseo nocturno por un lugar como el Coliseo?
¿Qué puede haber más increíble que escuchar una guitarra eléctrica tocando música rock en un entorno incomparable?
Por cierto… Todas las iglesias abiertas… y gratis… Incluso la Basílica de San Pedro…
Pasear por el foro romano… gratis…
Dejarse llevar por la magia… ¡Eso no tiene precio!
En la Fontana di Trevi yo eché mi moneda al agua tirándola por encima del hombro… Quise asegurar mi viaje de vuelta a la Ciudad Eterna…
Nacho Correa