Y llegó el día… Muchas veces he dicho que yo odio correr por encima de todos los deportes… me cansa, me aburre, no le encuentro el placer por ningún lado… Pero considero que es un ejercicio que me puede ayudar a moverme, a luchar contra el sedentarismo… y a quemar alguna caloría.
Por este motivo, ni de coña voy a salir a correr… pero sí me gusta el ambiente que hay en las carreras populares!! Y por eso, si me apunto a una carrera y quiero correrla en el tiempo máximo… acabarla y no lesionarme, entonces alguna vez tengo que salir a correr.
Pues uno de los objetivos que tenía marcado en el calendario es la carrera de diez kilómetros de la Rock And Roll Madrid Series. Alberto me la había recomendado encarecidamente y allí fui.
La carrera no defrauda. Ambientazo en la salida. ¡Y por primera vez más inscripciones femeninas que masculinas en la carrera de diez kilómetros!
Diez kilómetros por unas calles emblemáticas de Madrid… y corriendo por sitios que no podrías hacerlo un día normal, como los túneles por debajo de Manuel Becerra y O’Donell.
Mi objetivo era vivir la experiencia, correrla entera, acabarla… y ver qué tal estaba.
La verdad es que fui bastante cómodo. Reservando algo de energía para la parte final, como me había recomendado Alberto, que desde Atocha hasta la meta parece que no, pero hay una ligera subida que se te puede hacer bola…
Me sentí muy bien… y el momento de cruzar la meta es espectacular. ¡Lo has conseguido! ¡Has acabado! ¡Has podido hacerlo! No me he parado… y aquí estoy. ¡Estamos!
¿Resultado? Es lo de menos…
Una vez que lo has conseguido, ya está… es momento de caminar… recuperarte y empezar a creértelo… a disfrutarlo.
Muy contento con la experiencia. ¡Si puedo, repetiré! Me apunto la cita entre las que me gustaría hacer anualmente…
Todo muy bien organizado, te hacen sentir muy bien… protagonista de un día…
Esta Semana Santa hemos ido a Cerler a poner punto y final a esta temporada de esquí 2021-2022.
Con un montón de días por delante y aunque había poca nieve, la mentalidad estaba clara: había que aprovechar lo que se pudiera. Esquiar hasta que la nieve lo permitiera y luego a disfrutar de otras cosas.
En cotas altas la nieve aguantaba muy bien. Cogulla y Gallinero son apuestas seguras. Lástima que este año la zona de rincón del cielo ha estado imposible. Y en esta época, Castanesa y Basibé también estaban cerrados. Poco dominio esquiable pero poca gente así que, afortunadamente, no había colas ni nada.
El sistema de innivación para mantener las cotas bajas ha funcionado, aunque de otra manera. Lo cierto es que la zona de embarque al telesilla del molino estaba muy crítica, pero gracias a esos camiones se pudo salvar.
La bajada aunque el primer día la bajamos, a lo largo de la semana quedó impracticable.
Tras la jornada de esquí una cervecita en el Remáscaro… y tan a gusto.
A mitad de semana las lluvias hicieron acto de presencia y si la cosa estaba mal… no ayudaron mucho.
Un buen día para disfrutar de la gastronomía del valle… como las alcachofas del Chongastán… mmmm…
O el canelón… que no me lo tomé porque yo soy más de chuletón, pero que tenía una pinta deliciosa…
Y como estábamos en Semana Santa, mención especial a la torrija que hizo Sito… profesor de Más esquí, gran cocinero y mejor persona.
Pude reencontrarme con Héctor, con Chavi que se acercó a Cerler con su familia… y por supuesto con todos los amigos que hemos hecho a lo largo de estos años allí…
Un buen final de temporada en la que hemos acabado intactos, sin lesiones… y eso que nos han caído cerca (Miguel Ángel, Mónica, Maricarmen… pronta recuperación a todos).
Buena semana, buen esquí, buenas amistades… y la próxima temporada más y a ver si con más nieve!!
Por cierto, yo no sabía que en Semana Santa siempre hay luna llena… me dijo ese dato Chavi y seguro que tiene razón…
La explicación que he encontrado es la siguiente: “La Semana Santa concluye el Domingo de Resurreción, que se celebra el domingo inmediatamente posterior a la primera luna llena después de comienzo de la primavera. Este hecho ocurre no antes del 22 de marzo y no más tarde del 25 de abril Por eso la Semana Santa siempre se celebra entre finales de marzo y finales de abril.”