Aprender a mirar (y saborear) el aceite: mi visita a Oleum Laguna
Hoy he tenido la oportunidad de hacer una cata de aceite en la almazara y oficinas de Oleum Laguna de Blas, una pequeña empresa aceitera de Villaconejos, en la Comunidad de Madrid, y ha sido una de esas experiencias que te reconcilian con el origen de las cosas bien hechas.
Oleum Laguna es una empresa familiar, impulsada por la visión de los hermanos Pedro y Pilar. Aunque llevan relativamente pocos años dedicados al aceite de altísima calidad, desde su primera producción han cosechado premios importantes, algo que ya dice mucho de la forma en la que trabajan.

La visita comienza en el campo. Entre olivos, Pedro nos explica cómo cultivan, cómo producen y cómo recogen la aceituna. Habla de cuándo plantar, cómo cuidar cada árbol y, sobre todo, de la importancia de respetar el fruto en cada etapa del proceso.
Todo está enfocado a un objetivo muy claro: obtener las mejores olivas posibles para poder extraer el mejor aceite

De vuelta en la almazara, recorremos todo el camino que hace la aceituna desde que se recoge hasta que, casi sin perder tiempo, entra en el circuito de producción. La rapidez es clave para preservar aromas y propiedades. Todo el proceso se realiza mediante extracción en frío, cuidando cada detalle.

La limpieza y el cuidado extremo de las instalaciones llaman mucho la atención. Aquí no hay lugar para descuidos: la pureza del aceite final depende de ello, y se nota que es una obsesión positiva en Oleum Laguna.

Tras la visita técnica, subimos a un salón preparado para la parte más didáctica. Primero, una presentación muy clara en la que se explican las diferencias entre los distintos tipos de aceites, sus características y cómo influyen la variedad, la recolección y la elaboración en el resultado final.

Y entonces llega el momento esperado: la cata. Tres vasitos, tres aceites distintos. Pedro, que además es catador, nos guía paso a paso: cómo oler, cómo probar, en qué fijarnos, qué sensaciones buscar… Una forma estupenda de aprender a apreciar matices que normalmente pasan desapercibidos.

Probamos primero un aceite refinado, y después dos auténticas joyas de Oleum Laguna:
el Aceite de Oliva Virgen Extra Ecológico Premium Arbequina & Cornicabra y el Aceite de Oliva Virgen Extra O de Oleum Laguna de Blas, incluido en el TOP 100 Mejores Aceites del Mundo 2024.
Ambos estaban riquísimos, con perfiles muy distintos y matices claramente reconocibles.
Para rematar, sacaron pan tostado y llegó el que podríamos llamar el supercampeón de la casa: Loa 77 AOVE Ecológico (Hojiblanca y Picual). Un aceite con un palmarés impresionante: Oro en Zúrich 2023, Mejor Aceite de España, Mejor Aceite Ecológico, Mejor Coupage del Mundo 2024, TOP 3 Mejor Ecológico del Mundo y Mejor Producto Madrileño.
Impresionante, sin exagerar.
Por supuesto, no me fui sin llevarme alguno a casa. Y ya que estás por la zona, el plan se puede completar fácilmente con una visita a Chinchón, que para ser noviembre nos regaló un día espectacular.

Un día especial: aprender cosas nuevas, descubrir lugares, conocer a gente apasionada por lo que hace y disfrutar, sin prisas, de productos excepcionales.