Incendio de Valencia y Cofrentes… cuidado con los virales en twitter
Con la popularización del uso de twitter, parece que todo el mundo está más informado, que tenemos más acceso a la información de primera mano…
En parte es así, pero no tenemos que jugar con las mismas reglas a las que estábamos acostumbrados cuando nos informábamos de medios supuestamente serios. Normalmente, cuando leías un periódico o escuchabas una noticia en la radio, había un profesional detrás que había hecho un trabajo riguroso para asegurarse de lo que se publicaba era auténtico, y tú te fiabas porque iba avalado por una empresa reconocida de información.
Con twitter, eres receptor y puedes ser emisor. Unos emisores sin criterio, que no duden de lo que leen, que no contrasten con rigor lo que van a retwittear, son el caldo de cultivo ideal para los fakes que se propagan de forma viral por la red.
Es verdad que, en un mundo ideal, si nadie mintiera, una herramienta como twitter en la que pudieras confiar, sería perfecta.
Ayer se pedían voluntarios para los incendios de Valencia… y daban tres números distintos, uno de ellos de Madrid. También pedían motosierras… Bueno, puede ser. Yo no lo contrasté, tampoco lo retwitteé.
Mi consejo es dudar de las informaciones que en cuestión de minutos se propagan a una velocidad de vértigo. Dudar de las informaciones que citan periódicos digitales poco reconocidos (aunque muchas veces, los grandes, son hasta peor). Dudar de los tweets que se repiten uno tras otro con las mismas palabras…
Un ejemplo de propagación viral en twitter lo tuvimos ayer con el incendio de Valencia y la Central Nuclear de Cofrentes:
Cuando un viral como éste, sea cierto o no, toma la red, es muy difícil que los desmentidos lleguen a la fuerza de propagación que el original. Una de las claves de los virales es que sean potentes y toquen muchas fibras que hagan que la gente quiera retwittearlo: algo catastrófico, dejadez de los políticos, ausencia de los medios tradicionales, deja el papel protagonista en la información en nuestras manos…
El que retwittea, en este caso, no piensa si es verdad o no la información. Casi todos lo creerán. Pero ninguno llamará a ningún sitio para contrastarlo antes de trasmitirlo. Lo lanzará sin dudarlo por diversos motivos: “Va a haber un desastre nuclear y nadie lo sabe”, “todo se hunde y la gente ve el fútbol”, “Mariano Rajoy en el fútbol y aquí va a ocurrir una hecatombe nuclear”, “se quema Valencia y no aparece ni un político por ningún lado”, “¿está pasando esto y nadie lo cuenta? ¡Qué vergüenza!”, “¡todas las teles con el fútbol y nadie con el incendio!”, ¡”sólo yo puedo hacer que la gente se entere de que va a haber un incidente nuclear esta noche!”…
Que conste que todos estos motivos son muy válidos… ¡todas estas ideas son verdad! ¡Y con eso juega el que lanza el viral!
Cuando la propagación salvaje empieza, si alguien intenta pararlo, se pierde en el mar de retwitteos irresponsables:
La culpa de que esto suceda, en gran parte, la tienen los medios tradicionales. Los supuestos medios serios. Cuando ellos no hacen su trabajo, cuando no informan -algo que cada vez hacen menos-, dejan su sitio al primero que pasa por allí.
Pero esto ya sería meternos a analizar la deriva de los medios de comunicación… la decadencia de la profesión… el desprestigio al que se aboca cada día… la falta de rigor en las cosas más simples… la falta de profesionalidad de los que trabajan y dirigen los medios, etc. Y eso sería muy largo…
Me quedo con este tweet de Julia Otero que se coló en todo el mogollón de tweets de ayer: