Ayer hice un viaje relámpago a Zaragoza para ir al teatro de las esquinas a ver ¿Esto cuándo lo echan?.
Un espectáculo sobre la televisión de nuestra época, los programas míticos e inolvidables de nuestra infancia, lleno de gags y coñas al estilo Oregón Tv.
Lo pasé como un niño… y me reí mucho con ellos.
Al terminar, vuelta a Madrid, pero con la sonrisa todavía puesta. Como el equipo A, si podéis verlos alguna vez, aprovechad. Las risas están garantizadas.
No soy mucho de ir a restaurantes a pegarme un buen homenaje… aunque si hay que hacerlo, ¡se hace!
Pero este domingo, tras la competición de ayer sábado, hoy hemos hecho un viaje relámpago a Zaragoza para ver una obra de teatro. Y ya que vamos… pues quedamos a comer con nuestros amigos Jose y Mapi… ¿dónde? En La Mazmorra by Macera.
Lo primero, quiero aclarar que este post no está patrocinado por el restaurante. Pagamos la cuenta religiosamente… y lo hago sólo porque quiero y porque me gustó mucho la experiencia.
El restaurante no está en la zona centro… es más, cuando te vas acercando te das cuenta que no es el típico sitio turístico. Tiene dos entradas, una por una especie de patio de unas pisos… y la otra, en la calle del Valle del Broto.
Como llegamos con tiempo, nos sentamos en la terraza y nos pedimos unos aperitivos. Íbamos dispuestos a aconsejarnos y a todo…
Empezamos por el vermú ganador de la III Ruta del Vermut de Zaragoza, organizada por Cinzano. Allí nos dieron todas las explicaciones y estaba muy bueno.
Luego pasamos dentro, y la carta es espectacular y muy variada. Como no me podía decidir y queríamos probar un poco de todo, nos lanzamos al menú Gourmet.
Empezamos con este falso chipirón:
Este falso chipirón encebollado es en realidad cebolla dulce de Fuentes de Ebro con ternasco de Aragón I.G.P. y borrajas. Tuvo el primer premio a la Mejor Tapa Mediterránea en la XXVI Edición del Concurso de Tapas 2021 de Zaragoza y provincia.
Seguimos con otra mentira:
Este trampantojo de tomate es una brandada de bacalao con gelatina de piquillo rojo sobre tierra de frutos secos y jamón. Obtuvo el segundo premio del concurso “Tapa Virtual 2020”.
Seguimos con el menú Gourmet.
De tercer entrante tuvimos una croqueta de trucha Imperial del Cinca con alioli de azafrán del Jiloca y su hueva. Toda una finalista de la II Edición del Concurso de Croquetas 2021 de Zaragoza y provincia.
Antes del plato principal, todavía nos trajeron un canelón de carrillera con salsa española y huevo a baja temperatura, que fue presentado representando a Zaragoza en el Saborea España de MIMO London 19.
Todo delicioso de momento… y faltaba la carne…
Yo tomé tataki de panceta con salsa teriyaki asada a baja temperatura con puré de patata y manzana, wakame y esferificaciones de vermut macerado con fresas. Plato semifinalista en XXV Edición Concurso de Tapas 2019 de Zaragoza y provincia. ¡Espectacular! Una panceta tan tierna que se derretía literalmente en tu boca. Y con una mezcla de sabores increíble.
Otros platos que llegaron a la mesa fue el lingote de conejo…
Lingote de conejo asado a baja temperatura con boletus, ajonegro, crema de hongos y lascas de trufa negra de Aragón. Otro plato finalista en V Edición Descubre la Trufa 2020 de Zaragoza y provincia.
Y por si fuera poco, pudimos probar las costillas…
Delicioso costillar asado a baja temperatura (8 horas a 80º) con barbacoa y patatas asadas con cebolla. Mmmmm…
Y de postre… su versión de Lemon Pie con merengue y limón.
Todo riquísimo, excelente presentación, sabor sorprendente y se nota que hecho con mucho amor y pasión por lo que hacen.
Alguien muy goloso no pudo resistirse al ganache de chocolate con bizcocho aéreo y crujiente de chocolate, polvo de cacao, tierra de galleta Oreo y gelatina de albaricoque. ¿Hace falta decir algo más?
No va más… ¡Buenísimo todo!
Además de la comida, lo curioso del sitio es el local en sí. Son unos antiguos billares y se ha mantenido la decoración… ¡Otra sorpresa!
Ufff… es recordarlo y que me entre un hambre tremendo… ¡Todo muy recomendable!
Aprovechando el tirón de la semana pasada, con el Rock and Roll series de Madrid, este fin de semana me he apuntado a la carrera Run for the Earth, pero en la versión de 5K.
Hay que decir que la organización falló bastante en la entrega de dorsales, nada que ver con el gran trabajo del Rock and Roll Series.
Pero bueno, una vez solventado ese pequeño problema, ya estamos en la salida.
La salida fue muy concurrida… y había que ir muy lentamente. No importa porque el tiempo empieza a contar cuando tú pasas por la salida…
Mi objetivo para esta carrera era darle un poco de caña e intentar bajar de la media hora, ya que la semana pasada hice una hora y un minuto… en diez kilómetros.
No se me hizo muy largo, aunque en algún momento de la carrera sí se me pasó por la cabeza que a lo mejor iba muy forzado.
Lo que está claro es que si vas cómodo, no bajas marca.
Como pude comprobar, a falta del resultado oficial, había bajado de la media hora… objetivo cumplido. Pero con los dos últimos kilómetros bajando el ritmo con mucho miedito de no acabar.
Finalmente, tiempos oficiales y sí: ¡he sido capaz de hacer cinco kilómetros en menos de media hora!
Y llegó el día… Muchas veces he dicho que yo odio correr por encima de todos los deportes… me cansa, me aburre, no le encuentro el placer por ningún lado… Pero considero que es un ejercicio que me puede ayudar a moverme, a luchar contra el sedentarismo… y a quemar alguna caloría.
Por este motivo, ni de coña voy a salir a correr… pero sí me gusta el ambiente que hay en las carreras populares!! Y por eso, si me apunto a una carrera y quiero correrla en el tiempo máximo… acabarla y no lesionarme, entonces alguna vez tengo que salir a correr.
Pues uno de los objetivos que tenía marcado en el calendario es la carrera de diez kilómetros de la Rock And Roll Madrid Series. Alberto me la había recomendado encarecidamente y allí fui.
La carrera no defrauda. Ambientazo en la salida. ¡Y por primera vez más inscripciones femeninas que masculinas en la carrera de diez kilómetros!
Diez kilómetros por unas calles emblemáticas de Madrid… y corriendo por sitios que no podrías hacerlo un día normal, como los túneles por debajo de Manuel Becerra y O’Donell.
Mi objetivo era vivir la experiencia, correrla entera, acabarla… y ver qué tal estaba.
La verdad es que fui bastante cómodo. Reservando algo de energía para la parte final, como me había recomendado Alberto, que desde Atocha hasta la meta parece que no, pero hay una ligera subida que se te puede hacer bola…
Me sentí muy bien… y el momento de cruzar la meta es espectacular. ¡Lo has conseguido! ¡Has acabado! ¡Has podido hacerlo! No me he parado… y aquí estoy. ¡Estamos!
¿Resultado? Es lo de menos…
Una vez que lo has conseguido, ya está… es momento de caminar… recuperarte y empezar a creértelo… a disfrutarlo.
Muy contento con la experiencia. ¡Si puedo, repetiré! Me apunto la cita entre las que me gustaría hacer anualmente…
Todo muy bien organizado, te hacen sentir muy bien… protagonista de un día…
Durante muchos años he huido del correr como de la peste… tengo que cuidar las rodillas y además es un deporte que me da muchísima pereza.
Pero para obligarme a moverme, a hacer algo de ejercicio en el día a día… y porque mi entrenador de tiro con arco me manda que haga algo de aeróbico, he pensado en correr alguna vez.
Pero soy incapaz de salir a correr por correr… a los pocos minutos me quiero volver, parar o abandonar de alguna manera.
Así que las carreras populares pueden cumplir una función ahí… porque salir a correr no, pero participar en una carrera chula como la Rock and Roll de Madrid, pues eso sí… Pero para poder correr diez kilómetros en una carrera popular, hay que entrenar algo… ¡y ahí es donde sí me puedo obligar a salir a correr!
Hoy he participado en la Carrera del Agua, en Madrid, para testarme y ponerme a prueba a ver si soy capaz de correr diez kilómetros a falta de pocas semanas para la Rock and Roll…
Además, el perfil de esta Carrera del Agua es bastante favorable. Con salida en Plaza de Castilla y meta en el Canal, exceptuando la subida desde el Bernabéu a Plaza de Castilla, el resto es bastante cuesta abajo.
Lo he hecho bastante bien, con un ritmo muy constante. Tanto en los kilómetros de subida, como los de bajada.
¡De hecho, he clavado el tiempo de los primeros cinco kilómetros y los segundos cinco!
¡Prueba superada! Lo he conseguido, todo bien, ningún problema… y he visto que estoy preparado para hacer la 10K del Rock and Roll Series.
Hoy hemos amanecido de color naranja… marrón… como si estuviéramos en Marte.
Los coches, las calles, las aceras… todo marrón anaranjado. Mi miedo era que con la llovizna se volviera un barrillo resbaladizo… pero no ha llovido.
Todo el mundo hablaba hoy de la calima… Y yo no puedo evitar hacer la coña de decir “Ka-li-maaaaa”. Sin duda Indiana Jones y el Templo Maldito marcó a una generación…
He ido a trabajar y el paisaje era alucinante… los coches limpiaban la carretera con su paso y se veían carriles negros entre el marrón del arcén y la mediana…
El cielo era marrón… no transparente. Denso.
Llegué a la gasolinera y no sé si era por la calima que me impedía ver los precios con claridad o estaba teniendo una alucinación… ¡Uffff! 1,88 el diesel… y estamos a 15 de marzo.
Lo curioso es esta imagen que me mandan desde Cerler… la calima ha tenido una cota baja de precipitación de polvo. A partir de los 2.200 más o menos no ha caído polvo.
De Valdesquí también nos han llegado imágenes de unos cracks que se han subido a esquiar en esta nieve marrón…
Pero como la memoria es débil… este fenómeno de la nieve colacao se repite casi todos los años… el año, pasado, por ejemplo, teníamos estas imágenes desde Baqueira:
Sé tanto de esto porque escucho un podcast que se llama Hablamos de esquí y que hicieron un capítulo comentando un montón de peculiaridades de la nieve colacao, nieve marrón o como la querías llamar.
Por un lado me gustaría esquiar en esa nieve… y hacer gamba, grabarme algún vídeo y esas cosas… Pero por otro, sólo de pensar en ese polvo, ese barrillo que se mete en todo el mecanismo de las fijaciones… en cómo vas a lijar los cantos…
¡Quita, quita! Que graben los vídeos otros y yo los disfruto…
Hoy hemos celebrado el carnaval en Arqueros de Rivas con una tirada carnavalesca al más puro estilo veneciano.
Con miedo por la amenaza de lluvia que podría estropear mi maquillaje, fantásticamente realizado por mí mismo en quince minutos, acudí al campo de tiro.
Se pusieron unas dianas originales, diseñadas para la ocasión e inspiradas en la temática veneciana. Alguna diana tenía penalización y otras tirabas las flechas sin saber qué puntuación se escondía detrás.
Lo pasamos bien, practiqué mis dotes de arquero en progresión y repartí un par de collejas con mi cetro de arlequín.
Al final alguien ganó… yo no, claro. Pero lo pasamos muy bien y nos echamos unas risas con los disfraces que estaban más currados.
Hoy han empezado los Juegos Olímpicos de Beijing 2022, juegos de invierno, por supuesto.
Este año lo voy a seguir más intensamente porque tenemos muchos deportistas en esquí. Adur Etxezarreta compite en descenso y en supergigante, Quim Salarich (que llega en una forma excepcional) compite en slalom y Núria Pau en gigante.
Además, Javi Lliso participa en freeski en slopestyle y en big air. Va a estar muy interesante.
Los Juegos Olímpicos me parecen el mejor y mayor acontecimiento deportivo posible. Me encanta verlos y también vivirlos. Espero poder ir a París 2024… mientras tanto, me he puesto la reedición del chandal que ha hecho Kelme de la equipación de Barcelona 92.
¡Que vivamos unos buenos juegos, mucha suerte a todos los deportistas y a disfrutarlo!
Cada vez antes empieza la temporada de roscones de reyes.
A ver… si es roscón “de reyes”, ¿por qué llevo viéndolos en tiendas y supermercados varias semanas? ¡Que todavía faltan muchos días para el 6 de enero!
Así claro, he acabado cayendo y aquí está el primer roscón de estas navidades.
¡Y encima me ha tocado la sorpresa!
O no… porque se ha quedado ahí a medio salir… así que no sé si es mía o no!!