Fin de semana express en Hamburgo
El pasado fin de semana estuve en Hamburgo. Fue una visita express… ¡fugaz!
Queríamos ir a visitar a Carolina que está estudiando allí desde el 25 de septiembre.
Sin duda una experiencia muy buena, el vivir fuera, el tener que buscarte la vida y valerte por ti misma… sentir la independencia, la soledad, la nostalgia y la alegría de sobreponerte a las adversidades y ver que puedes.
Es la tercera vez que voy a Hamburgo en dos años… La última vez el pasado junio…
Quizá no sea la ciudad más bonita de Alemania… Ni mucho menos… Pero tiene su encanto.
El sábado llegamos pronto. Carolina nos fue a buscar al aeropuerto y fuimos al hotel a dejar el mínimo equipaje.
Salimos a comer y luego, camino hacia el centro.
Pasamos por la estación central, Hauptbahnhof, un lugar muy céntrico y concurrido… Como casi todas las estaciones centrales… Pero sin el punto siniestro o chungo de muchas de ellas… Es un buen lugar para comer algo rápido… Y variado.
Seguimos hacia el Ayuntamiento. Llovía ligeramente y era un poco incómodo. La calle peatonal que va hacia el centro tiene muchas tiendas de distintas marcas o centros comerciales. Me llamó la atención los precios de la ropa de esquí… y la cantidad de modelos distintos… teniendo en cuenta, además, que Hamburgo no está precisamente cerca de ninguna cadena montañosa.
En la plaza de delante del Ayuntamiento estaban montando un mercadillo navideño…
Ya estaba muy bonito… En unos días, cuando lo abran estará genial…
En Hamburgo no suele nevar mucho, por la humedad y la altura. Pero este mercadillo nevado sería precioso.
Rathausmarkt, la plaza del Ayuntamiento es un sitio amplio… con las calles peatonales a un lado y, en el otro, un canal que desemboca en el Binnenalster (el lago pequeño)…
Hamburgo es una ciudad en la que llueve muchísimo… No de forma muy fuerte, pero sí constante… Por eso hay muchos Passages: calles cubiertas, formando pequeños centros comerciales. Sirven para comprar, pero también para ir de un lado a otro sin mojarte… A lo mejor, sólo cruzan una manzana…
Sin llegar a ser Amsterdam, Hamburgo, a orillas del río Elba cuenta con innumerables canales y lagos…
Tras dar una vuelta por el centro, nos volvimos al metro para ir a casa de Carolina…
En una zona tranquila, pero a dos paradas de metro de la estación central… Conocimos a sus compañeros de piso, dos alemanes muy simpáticos que hablan español… y nos fuimos a cenar.
Y es que, enfrente de la parada de metro Lübekerstrasse, hay una hamburguesería de hamburguesas hamburguesas… De Hamburgo… Se entiende…
Según la wikipedia: La palabra proviene de la ciudad de Hamburgo, en Alemania, el puerto más grande de Europa en aquella época. Posteriormente fueron los inmigrantes alemanes de finales del siglo XIX quienes introdujeron en los Estados Unidos el plato llamado «filete americano al estilo Hamburgo»
Lo cierto es que le hice un homenaje a la hamburguesa hamburguesa… 😉
La mañana siguiente amaneció soleada… Aunque eso en Hamburgo puede cambiar rápidamente.
Es una ciudad, que quizá no esté tan pensada para las bicicletas como Copenhague o cualquier ciudad holandesa… Pero donde el uso de este vehículo está también muy popularizado y que cuenta con muchos carriles bici.
El plan para el domingo era dar un buen paseo por el Außenalster, que es el lago grande…
Nos llamó la atención, nada más llegar, un grupo de gente saltando y corriendo con unos elementos metálicos en las piernas…
A mí me sonaban a las prótesis que se ponen los atletas para las paraolimpiadas… o algo así…
De todas formas en un tiempo lo veremos por aquí… porque la primera vez que fui a Hamburgo ya vi gente que caminaba con bastones de esquí, por el parque, y ya empiezo a ver alguno por aquí… o por la playa…
La gente, por Europa, hace bastante más deporte que nosotros…
El parque que bordea el lago estaba llenito de gente que corría o montaba en bici… ¡incluso lloviendo!
En el lago, vela… regatas…
En las dos veces anteriores no había podido dar la vuelta al lago porque no tenía tiempo… Sí había pasado con el bus turístico, pero no andando…
Los edificios con esos tejados de aguja dominan el horizonte…
A lo largo del paseo el sol seguía saliendo y escondiéndose tras las nubes…
Cuando ya dimos la vuelta al lago, en la orilla contraria, fuimos hacia el conservatorio donde estudia Carolina…
No están mal las instalaciones, ¿no?
Es un antiguo palacete que bien podría haber servido para rodar El Orfanato…
Aunque tiene truco, porque hay un edificio anexo más moderno, donde se encuentran la mayoría de las aulas…
Ya era la hora de iniciar la vuelta…
Al metro y a la estación central… Comimos algo y al aeropuerto.
Salimos de Hamburgo en hora y sin problemas… La vuelta era vía Amsterdam, donde tenía un buen tiempo de espera… lo reservé así porque la otra opción era con muy poco tiempo en Lyon y no quería que, si pasaba cualquier cosa en Hamburgo, pudiera perder el vuelo… ya que el lunes teníamos grabación de La Ruleta y no podía faltar…
En Amsterdam hay montado una especie de mega-centro comercial en la zona de tránsitos… Allí está todo el mundo… Y en las puertas, nadie…
Amsterdam – Madrid muy bien… Aunque me tocó el último asiento de la última fila… y cuando llegué a Barajas entrada la noche fui el último en bajar del avión…
Muy sorprendente es encontrar la tan bulliciosa T-2 por las mañanas totalmente desierta…
Pues esto ha sido, más o menos, mi fin de semana express en Hamburgo…
Carolina vuelve para Navidades y no sé si volveremos el año que viene a visitarla… Para la próxima vez queda pendiente un poco de St. Pauli… 😉
One thought on “Fin de semana express en Hamburgo”
Estaba buscando información de Hamburgo, y qué sorpresa!! me encuentro con Carolina!!! 😀 Guapisfima!!
Muy bonito reportaje, tenéis fotos super chulas!