París día 5. El último.
Viernes por la mañana. Cuando me despierto ya oigo la lluvia chocar contra la ventana del hotel…
Mientras desayunamos y nos preparamos para salir ha parado de llover, pero amenaza que va a ser un día de “lluvia intermitente”…
Vamos en metro hasta el Arco del Triunfo.
Está ubicado en la plaza Charles de Gaulle, en el extremo oeste de la avenida Champs-Élysées.
Con nuestro Pase de Museos podíamos entrar así que, tras una pequeña espera, subimos…
Desde arriba se ven puntos de vista diferentes… Como por ejemplo éste del barrio de La Défense.
La Torre Eiffel… Como veis, había salido el sol un poco…
Juguemos de nuevo con la cámara…
Aquí vemos el cruce entre Los Campos Elíseos y la Avenida Marceau. Curiosa geometría urbana…
La zona de Montmartre y la Basílica del Sacré Cœur…
La Avenida de los Campos Elíseos… centradita… Mide 1.880 metros de longitud, y va desde el Arco del Triunfo hasta la Plaza de la Concordia.
¿Quién había dicho que había salido el sol? ¡Atención a la que se viene!
Como llovía con ganas… con muchas ganas… La gente se refugiaba en las escaleras y había un poco de atasco para salir.
¡Uy! Ha vuelto a salir el sol… Se ven bonitos los Campos Elíseos después de la lluvia.
Entramos a descansar, y a refugiarnos de la lluvia, en un bar… Desde allí hice esa foto y me puse a jugar un poco con las velocidades de obturación.
Bajando la Avenida de los Campos Elíseos, antes de llegar a la Plaza de la Concordia encuentras, a mano derecha el Grand Palais.
En obra desde el 2002, La finalización de la restauración tuvo lugar en el año 2007.
Enfrente del Grand Palais, está el Petit Palais, que alberga el Museo de Bellas Artes de la Villa de París.
El Petit Palais se construyó para la Exposición Universal celebrada en 1900 por el arquitecto Charles Girault.
Situado en torno a un bello patio semicircular, con jardín, el palacio es parecido al Grand Palais.
Sus columnas jónicas, gran porche y cúpula replican la de los Los Inválidos al otro lado del río.
Un poco más allá encontramos el Puente Alejandro III.
Es un exuberante puente que cruza el río Sena conectando la explanada de Los Inválidos con el complejo monumental formado por dicho puente, el Grand Palais y el Petit Palais.
Desde este puente, las vistas hacia la Torre Eiffel son de las más bonitas…
Lástima que se ponga a llover otra vez…
Retoquemos un poco alguna de estas imágenes…
Como la lluvia cada vez es más intensa… Nos vamos…
Unos metros más allá, casi en el Museo D’Orsay…
¿Lluvia? ¿Quién dijo lluvia?
El tiempo está loco…
Estamos buscando a David, Carmen, Sergio y Esther… Vamos a quedar con ellos para comer…
Como vamos hacia el Museo del Louvre, pasamos por las Tullerías…
Los jardines resplandecen bajo el nuevo sol…
Estamos hablando de minutos… ¡Entre el diluvio y el sol resplandeciente! Eso sí… Se ve todo precioso bajo esta luz…
Por fin llegamos al Arco del Triunfo de la Plaza de Carrusel. ¿Dónde están las nubes?
Vamos a comer con nuestros amigos… Buscando sitio, han llegado casi hasta nuestro hotel.
Por aquí pasábamos todos los días de ida y de vuelta del hotel… Incluso me compré un bocadillo aquí una vez… La comida no triunfó mucho, pero bueno…
Por la tarde vamos al Museo del Louvre. ¡Sorprendentemente no hay mucha cola!
Como no contábamos con mucho tiempo, íbamos casi a tiro fijo a por las cuatro cosillas imprescindibles…
Empezamos a recorrer la zona de Egipto… Enorme…
Todo es alucinante… Por ejemplo las Esfinges del dromos del Serapeum de Saqqara:
O el Escriba Sentado… Me encantó verlo…
Siguiendo la ruta, entre lo imprescindible (must see) está la Victoria de Samotracia o Niké de Samotracia:
A mi madre le encanta. Tenemos una estatuita encima de la tele desde que fuimos juntos a Grecia allá por el 1991… Impresiona ver la auténtica con tus propios ojos…
Tiene una altura de 245 cm y se elaboró en mármol hacia el 190 adC. Procede del santuario de los Cabiros en Samotracia. Algunos expertos la atribuyen con cierta probabilidad a Pithókritos de Rodas. Fue descubierta en 1863 en la isla de Samotracia por el cónsul francés Charles Champoiseau, un arqueólogo aficionado.
La figura femenina de la Victoria con alas se posa sobre la proa de un navío. Va envuelta en unos ropajes que se adhieren al cuerpo dejando traslucir su anatomía, tratamiento éste que recuerda a la denominada técnica de «paños mojados».
Dicen que, como curiosidad, la conocida marca deportiva Nike, toma su nombre y su logo (en forma de ala) en honor a esta escultura.
Seguimos el recorrido por el Louvre en busca del cuadro, posiblemente, más famoso del museo…
Es complicado acercarse… Pero se puede…
Seguramente se vea mejor en una reproducción que en esta sala… Pero bueno… ¿La ves con tus propios ojos! (a una distancia prudencial y a través de un cristal, eso sí…)
Nos hicimos unas fotos de recuerdo…
Tiene que ser muy chungo ser un cuadro en la misma habitación que la Mona Lisa… Posiblemente estés en la habitación que más visitas recibes… ¡Y nadie te ve! Eso es ser invisible…
Y tras ver algunos cuadros más, míticos, como La Libertad guía al pueblo o La Balsa de La Medusa, llegamos a la otra parada obligada:
La Venus de Milo es una de las estatuas más representativas del periodo helenístico de la escultura griega.
Representa a Afrodita (Venus para los romanos), diosa del amor y la belleza. Esculpida en mármol en un tamaño ligeramente superior al natural, el autor es anónimo.
La estatua se encontró en dos pedazos en 1820 en la isla egea de Melos, llamada también Milo. Tiene una altura de 204 cm y se labró en mármol de Paros, posiblemente hacia finales del siglo II antes de Cristo.
Nos vamos ya hacia la salida… Pero antes…
Un último vistazo a la Victoria…
Mucho Louvre… La verdad…
Imposible verlo todo… Incluso verlo en profundidad, yo creo…
¿Alguien tiene un amigo/a que controle de arte mucho? ¡Id con él! ¿Dónde están esos profesores de Historia del Arte cuando uno los necesita?
Nos vamos al hotel…
Descansamos un poco…
Y terminamos nuestro viaje casi como lo empezamos: ¡Cenando en La Fontaine d’ Italia!
Eso sí… Hoy, por ser el último día, ¡acompañados!
A la mañana siguiente dimos una vueltecilla y al aeropuerto de vuelta… Pero de eso, no hay testimonio gráfico…