Quinto día. Todo Arenal pero… ¿dónde está el volcán?
1-8-2008
Desayunamos fuerte en el Manoa y nos fuimos en bus a la primera actividad del día:
-Cabalgata (a caballo, claro, aunque no todos lo habían entendido así) desde La Fortuna hasta la cascada. Unos cuarenta y cinco minutos a caballo.
Eric nos comenta que la segunda actividad, que era un baño en unas termas volcánicas, con aguas calientes y almuerzo, pasa a la noche: última actividad.
Así que le preguntamos si nos podíamos apuntar a las tirolinas con Nacho y con Olga. Lo va a averiguar mientras nosotos vamos a caballo.
Nos equipamos y nos montamos… Son caballos muy muy mansos… Quizá demasiado.
Ellos ya saben el camino y te llevan tranquilamente… Dan un poco de pena a veces. Al menos el mío que se va quedando atrás y va resoplando por todas las cuestas…
El caballo blanco de Nacho, llamado “bailarina”, iba con un paso animado y adelantaba, volvía hacia atrás… A su rollo…
El de Carmina, que empezó lento, poco a poco progresaba…
El paisaje durante la subida está muy bien… La verdad…
Bueno, no está mal… Al final conseguí llegar ¡y con la silla a su rollo!
Ahora toca caminata hasta la cascada. Bebemos agua y nos ponemos el bañador…
Este cable de una tirolina no es de los que íbamos a hacer nosotros… ¡¡Pero tiene muy buena pinta!!
Hay que bajar un sendero…
Cruzar un puente colgante…
No podían cruzar más de seis personas a la vez…
Y seguir el sendero boscoso hasta llegar a la Cascada de la Fortuna, donde nos podíamos bañar.
Un paraje muy bonito y donde, además, el agua está muy apetecible…
Entre el calor y la humedad ya estás empapado y se agradece el bañito y el fresco del agua (que no está fría).
Nos fuimos acercando a la cascada para fotografiarla bien…
Momentos de relax en un entorno incomparable…
Unas fotos más y la vuelta…
Digamos que la vuelta gusta menos que la ida… ¡Porque todo lo que has bajado hay que subirlo!
La segunda parte, en vez de ir a caballo, nos bajaron en un remolque con tractor.
En el bus, Eric nos confirma que tenemos reservadas las tirolinas, así que nos llevan al Counter y allí nos dejan. Compramos algo para comer y, con puntualidad, nos vienen a buscar.
No me llevé la cámara, así que no hay testimonio gráfico… Pero lo pasamos muy bien pasando por encima o entre las copas de los árboles…
Te suben a la ladera verde del volcán en tractor y, tras la primera explicación, ya te empiezas a lanzar… 14 metros… 60… 80…
Paisajes increíbles mientras pasas encima de las copas de los árboles…
La más larga: 420 metros de cable… Ya casi al final.
Lo más espectacular de estas tirolinas (Canopy Arenal) es el Tarzan Swing. Nadie te quiere contar lo que es… Te dicen que es una sorpresa… Así que no os lo voy a decir yo…
Como pista: A mí me dejó sin habla, Olga lloró… y un niño de seis años repitió y tiró dos veces… Claro, que era de Houston, Texas… Y ya se sabe… ¡Allí tienen un problema!
Justo antes de lanzarme por la tirolina de 420 metros… ¡las nubes desaparecieron del volcán! ¡Y yo sin mi cámara!
Para cuando llegamos al final ya se había vuelto a cubrir.. pero poco…
Los de las tirolinas nos llevaron al hotel y nos invitaron a unas bebidas…
En el hotel nos dio tiempo a una ducha rápida, cambio de ropa… ¡y fotografiar al volcán que se había dejado ver de nuevo!
Desde luego, si no hubiera habido nubes, la vista desde la cama era impresionante…
La actividad que teníamos ahora era una excursión al Parque Nacional del Volcán Arenal.
Eric, entregando las entradas…
Primero al mirador desde donde se puede contemplar el lado sobre el que el volcán lanza la lava.
Hay dos lados claramente diferenciados: uno verde y otro gris.
Si fuera más de noche se podría ver el tono anaranjado de la lava. Ahora lo vemos gris, de las rocas que lanza, y nos tenemos que conformar con ver el humo de la lava caliente…
Con ver, quizá, algunas rocas muy grandes rodar ladera abajo…
Y con escuchar algún rugido intenso del volcán cuando hace alguna erupción de gases…
De ahí nos llevan a un sendero que se adentra en el Parque Nacional.
Nos dirigimos a la colada de la última gran erupción de este volcán, que sigue activo todos los días.
En 1992, lanzó rocas y lava hasta una distancia enorme. Se distinguen cráteres de impacto de las rocas…
Lástima que empiece a llover torrencialmente… por el camino se pueden oir las rocas que lanza el volcán en su camino ladera abajo…
Y cuando llegamos a la colada de 1992, uno puede imaginar lo que debió ser este río de rocas incandescentes…
Unas fotos rápida bajo la lluvia y vuelta…
Nos vamos… ¡Sin un sólo resbalón! ¡Por todas esas rocas mojadas!
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¡Gracias, Gabi!
De regreso en el autobús estamos todos empapados y nos vamos a la última actividad…
En el Hotel Tabacón tienen unas termas muy especiales…
Combinan distintas zonas con agua que baja de la ladera del volcán y viene caliente (41,8 grados centígrados algunas) y con fuerza caen en cascadas o haciendo pequeñas corrientes que te relajan todo el cuerpo…
Otras son frías… que sirven de contraste y para no quedarte totalmente muerto en las de calor…
Estuvimos más de dos horas pasando de unas a otras… ¡Increíble! Un poco pasada, la verdad… Pero bueno, en estos viajes la cosa es así…
Luego fuimos a cenar en el mismo hotel…
¡Todo muy bien! Un día completo, intenso, pero muy divertido.
One thought on “Quinto día. Todo Arenal pero… ¿dónde está el volcán?”
Nosotros hemos ido hoy al volcán, pero el paseo ha sido mas corto y el tabacon muy masificado.