Acabo de terminar la biografía de Steve Jobs escrita por Walter Isaacson y he aprendido mucho sobre este personaje, precursor y visionario, y también sobre los productos que ahora nos acompañan y que tanto se han metido en nuestras vidas.
Lo que más se te queda, tras leer el libro, es la personalidad de Steve Jobs. Por un lado cruel y despiadada con los que trabajaban para él, con su familia incluso… o como dice su mujer en el libro “Como muchos hombres con dones extraordinarios, Steve no es extraordinario en todos los aspectos. No tiene grandes aptitudes sociales, como la de ponerse en la piel del otro, pero se preocupa enormemente por darle un mayor poder a la humanidad, por lograr que avance y poner las herramientas adecuadas en sus manos”.
La búsqueda de grandes productos, desde el diseño a la experiencia del usuario, ha sido lo que ha guiado a Apple en este tiempo. Con posturas, a veces, contrarias a los intereses comerciales. Perdiendo la batalla con Microsoft en los 90-2000… y quizá yendo ahora por el mismo camino con Android… pero haciéndoles una empresa que ha evolucionado el mundo tecnológico en los últimos tiempos.
El Apple II fue el primer ordenador personal dirigido a los aficionados.
El Macintosh revolucionó las interfaces gráficas y los sistemas operativos.
Toy Story y Pixar cambiaron el cine de animación.
Las tiendas Apple han reinventado el concepto tienda y la imagen de marca.
El iPod impulsó el consumo de música de calidad, en una época en que estaban naciendo unos reproductores de mp3 con unas calidades ínfimas…
La tienda iTunes resucitó la industria discográfica e hizo que los usuarios pudieran no ser delincuentes si querían escuchar música.
El iPhone fue un pionero e hizo que los móviles de ahora tengan música, foto, vídeo, navegadores web, correo electrónico… y pantallas táctiles multitouch.
La App Store, que creó una nueva industria de contenidos.
El iPad que inventó las tabletas informáticas.
El iCloud, que ya funciona y que en pocos años estará totalmente popularizado como gestor de nuestros contenidos en todos nuestros aparatos.
Y la propia Apple que, como dice el libro, “Jobs consideraba su mayor creación, un lugar donde se fomentaba, se aplicaba y se ejecutaba la imaginación de formas tan creativas que llegó a ser la compañía más valiosa del mundo.”
Yo reconozco que he llegado tarde a este mundo creado por Steve Jobs… Sí recuerdo los primeros Macintosh en el trabajo de mis padres, pero mi primera experiencia fue con el iPod nano tercera generación…
Y tampoco me entusiasmó mucho… Yo venía del PC, me desenvolvía bien buscando canciones en la red… si no tenían calidad, bajaba otra… Y no era muy partidario del mundo iTunes y tener que pasar TODO por ahí…
Mi siguiente paso fue con el iPhone 3GS. Reconozco que en el primer momento tampoco era muy fan… Fue Carmen, mi mujer, la que estaba interesada… y yo lo pillé aprovechando un cambio de compañía telefónica. Y ahí sí… Ya con iTunes bien… Y ese móvil sí me hizo ver todas las cosas nuevas.
El iMac desde el que escribo es una herramienta de trabajo indispensable… El Final Cut Pro, el Premiere, el Photoshop… y a un nivel más básico, pero fundamental, el iDVD y todas las aplicaciones…
No he llegado al portátil, pero veo que la revolución que está habiendo en los PC con los modelos Ultrabook, viene forzada por la invención del Macbook Air…
Y tampoco tengo iPad… pero reconozco que si no llega a ser por el invento de estas tabletas, no existirían ninguna…
Esto es debido a que el resto de las compañías, ya sean Samsung, Google, Microsoft… se han preocupado de lo que quieren los clientes… mientras que Steve Jobs en Apple no ha mirado estudios de mercado, ya que los clientes no sabemos lo que vamos a querer hasta que lo han inventado. Según dice en el libro: “Algunas personas proponen: ‘Dales a los clientes lo que quieren’. Pero esa no es mi postura. Nuestro trabajo consiste en averiguar qué van a querer antes de que lo sepan. Creo que fue Henry Ford quien dijo una vez ‘Si les hubiera preguntado a mis clientes qué querían, me habrían contestado: `¡un caballo más rápido!’.”
Ahora tengo un iPhone 5. El primer producto de Apple tras la muerte de Steve Jobs. Todavía tiene ese espíritu.
Las acciones de Apple se encuentran en una burbuja de por sí, con un valor desmedido: 519,33 euros a fecha 23 de diciembre de 2012. Hasta el punto que si en 2007 alguien hubiera comprado acciones en vez de productos, por ejemplo, ahora tendría más de 8.000 dólares. (Pincha aquí para ver desarrollada esa idea).
Pero veremos qué pasa ahora… en la Era Post Steve Jobs.
Sin él, que fue guía firme en sus ideas y proyectos, puede que la empresa sea una empresa más. Y vuelvo al libro en este punto: “Tengo mi propia teoría acerca de por qué compañías como IBM o Microsoft entran en decadencia. Una empresa hace un gran trabajo, innova y se convierte en un monopolio o en algo cercano a ello en un campo determinado, y entonces la calidad del producto se vuelve menos importante. La compañía comienza a valorar más a los grandes comerciales que tienen, porque ellos son los que pueden aumentar los beneficios, y no a los ingenieros y diseñadores de productos. (…) Cuando los chicos de ventas dirigen la compañía, la gente que trabaja en los productos pierde importancia, y muchos de ellos sencillamente se marchan. (…) Odio que la gente se etiquete a sí misma de “emprendedora” cuando lo que en realidad está intentando hacer es crear una compañía para después venderla o salir a bolsa para poder recoger beneficios y dedicarse a otra cosa. No están dispuestos a llevar a cabo el trabajo necesario para construir una auténtica empresa, que es la tarea más dura en este campo. Así es como puedes hacer una contribución real y sumarte al legado de los que vinieron antes que tú. (…) Crearon una compañía para que durase, y no sólo para ganar dinero. Eso es lo que quiero que ocurra con Apple.”
El futuro dirá…
Pero no puedes evitar cierta sensación de incertidumbre… y un poco de vacío… al pensar que sin este hombre y su visión, los teléfonos móviles no serían como son ahora (no habría Samsung Galaxy, no habría Android, no habría pantallas táctiles multitouch). Y que esto fue hace sólo cinco años (en 2007).
No existirían tabletas de ningún tipo…
Los reproductores de música no sé cómo serían… desde luego no serían los iPod que conocemos.
Los ordenadores… ¡Quién sabe! Las ventanas de Windows nacen por el Macintosh… así que vete a saber…
¿Nube? Ni hablar…
Veremos quién surge para coger el relevo… o a dónde nos llevan.