Mi segunda P2P – Zubiri -Pamplona – Puente La Reina
¡Lo he conseguido! En un año complicado, tras todo lo que ha pasado, he vuelto a participar en la Pamplona – Puente La Reina, como hice en 2019 (y aquí os conté).
En esta ocasión, por protocolo COVID, no se dejaba la bolsa de corredor con el dorsal en los hoteles colaboradores, así que el sábado por la mañana tocaba ir al Aquavox a por ello.
El día despertó lluvioso, como todas las aplicaciones de tiempo decían. Aunque también aseguraban que sobre las 12, o las más pesimistas sobre las 14, pararía. Tiempo de sobra para que se secara el asfalto poder patinar en seco.
En la edición anterior, la 2019, participé con el dorsal 399… ¡esta vez redondeamos al 400!
Justo en la calle de detrás del hotel, en el Bosquecillo, estaban montando la meta. Un buen momento para reconocer la cuesta del final…
Tras la comida, vamos a Zubiri, lugar de la salida de la primera etapa de esta prueba. Zubiri – Pamplona.
Esta primera etapa está muy bien, es apta para todos los públicos… y muy divertida.
Tras calentar un poco, rodar un poco para entrar en contacto con las sensaciones… fuimos a los boxes. A las 17:00 iba a ser la salida.
Aquí tenéis un vídeo del recorrido…
La verdad es que la cuesta del bosquecillo se atragantó bastante… pero aun así fuimos muy rápidos. Según pude oír a uno que comentaba, teníamos viento a favor y eso nos fue muy bien. Mi tiempo: 55:36 frente a los 58:18 del 2019. ¡Gracias, viento!
El domingo llegaba el plato fuerte, la histórica maratón de patinaje de Pamplona a Puente La Reina.
Tras calentar un poco, a falta de unos minutos para las 10:00 de la mañana, nos metimos en los boxes.
La salida, como siempre, es espectacular de ver.
Aunque los que vamos por detrás vamos más tranquilos… que todavía nos quedan 42 kilómetros por delante.
42 kilómetros con la bajada de la universidad, la subida a Cizur… la subida que viene después de Ibero, la subida a Ciriza… el disfrute de lo que viene después antes del Alto de Orendáin…
Luego viene el mejor tramo, para mí, cuando vas al lado del río Arga… vas en paz… tranquilidad… y muy buen rollo. Parece que lo tienes controlado… hasta que empiezas a subir.
El asfalto una vez superado el Alto de Orendáin estaba fatal… así que hasta llegar a Artazu, con sus dos curvas famosas -aunque para mí son más complicadas las siguientes contra curvas-, no vuelves a disfrutar. La bajada es una gozada, aunque vas tan rápido que no te puedes relajar mucho…
Finalmente, ¡entrada en meta y prueba superada!
Os dejo mi vídeo…
Mi tiempo oficial fue el de 2:16:57… en 2019 había hecho 2:10:55, sin duda eché de menos a Ángeles Arrabal y compañía para hacer grupo… Esta vez he ido solo todo el rato y creo que se ha notado.
Aun así estoy muy contento por haber acabado, por haber podido hacerlo, por comprobar que estoy bien y que puedo hacer estas cosas todavía.
Tiempo total de las dos pruebas 3h12:33, posición 198 de 412 de la general de todas las categorías. Aquí podemos consultar los resultados. ¡Ni tan mal!
Es más, por lo que se ve en la clasificación publicada por el Diario de Noticias, en mi categoría Masters U-50 hombres, soy la cabeza del ratón. ¡El primero del grupo de los que no hacen buen tiempo!
He acabado 46 y el anterior me saca casi media hora… otra liga. Ellos son la cola del león, yo la cabeza del ratón. 😉
¡Espero poder repetir el año que viene!