Cuando parecía que ya se estaba pasando todo esto de la pandemia, llegamos a la Navidad con la curva bien alta otra vez.
La “no sé cuantas olas van ya” ha llegado… así que toca pasar la Navidad con protocolos.
Con alguna baja de última hora, la cena ha sido en la intimidad. Y al final, unos de menos, raciones de más… ¡todo muy rico y apetecible, como siempre!
Este fin de semana ha sido la tercera tirada del RAUS en categoría noveles de esta temporada 2021. Lugar: Colmenar Viejo.
Me he vuelto a encontrar con Carlos del Pino (de Colmenar) y con Guillermo Montero (de ArcoSoto), con los que ya compartí peto en Soto del Real.
Ha estado muy bien, aunque he hecho la pardillada más grande hasta el momento: en la última entrada, en la que ponía punto final a la competición, en vez de tirar a mi diana (la B) tiré a la de abajo (la D).
Hoy he estado en la presentación de la tercera entrega de las Las crónicas de Güilliam de Canford, la última novela de Daniel Bilbao, en esta ocasión continuando la saga del arquero siniestro sin dedos.
Las novelas anteriores no han defraudado y son muy divertidas de leer. Intrigantes, con toques del humor de Daniel, y con giros inesperados.
Estoy seguro de que la tercera parte le irá a la zaga… y por lo que han contado en la presentación: ¡hay más!
El libro, además, viene con una dedicatoria muy especial a los compañeros de La Ruleta de la Suerte. ¡Gracias, Daniel, a seguir así!
Mi segunda P2P – Zubiri -Pamplona – Puente La Reina
¡Lo he conseguido! En un año complicado, tras todo lo que ha pasado, he vuelto a participar en la Pamplona – Puente La Reina, como hice en 2019 (y aquí os conté).
En esta ocasión, por protocolo COVID, no se dejaba la bolsa de corredor con el dorsal en los hoteles colaboradores, así que el sábado por la mañana tocaba ir al Aquavox a por ello.
El día despertó lluvioso, como todas las aplicaciones de tiempo decían. Aunque también aseguraban que sobre las 12, o las más pesimistas sobre las 14, pararía. Tiempo de sobra para que se secara el asfalto poder patinar en seco.
En la edición anterior, la 2019, participé con el dorsal 399… ¡esta vez redondeamos al 400!
Justo en la calle de detrás del hotel, en el Bosquecillo, estaban montando la meta. Un buen momento para reconocer la cuesta del final…
Tras la comida, vamos a Zubiri, lugar de la salida de la primera etapa de esta prueba. Zubiri – Pamplona.
Esta primera etapa está muy bien, es apta para todos los públicos… y muy divertida.
Tras calentar un poco, rodar un poco para entrar en contacto con las sensaciones… fuimos a los boxes. A las 17:00 iba a ser la salida.
Aquí tenéis un vídeo del recorrido…
La verdad es que la cuesta del bosquecillo se atragantó bastante… pero aun así fuimos muy rápidos. Según pude oír a uno que comentaba, teníamos viento a favor y eso nos fue muy bien. Mi tiempo: 55:36 frente a los 58:18 del 2019. ¡Gracias, viento!
El domingo llegaba el plato fuerte, la histórica maratón de patinaje de Pamplona a Puente La Reina.
Tras calentar un poco, a falta de unos minutos para las 10:00 de la mañana, nos metimos en los boxes.
La salida, como siempre, es espectacular de ver.
Aunque los que vamos por detrás vamos más tranquilos… que todavía nos quedan 42 kilómetros por delante.
42 kilómetros con la bajada de la universidad, la subida a Cizur… la subida que viene después de Ibero, la subida a Ciriza… el disfrute de lo que viene después antes del Alto de Orendáin…
Luego viene el mejor tramo, para mí, cuando vas al lado del río Arga… vas en paz… tranquilidad… y muy buen rollo. Parece que lo tienes controlado… hasta que empiezas a subir.
El asfalto una vez superado el Alto de Orendáin estaba fatal… así que hasta llegar a Artazu, con sus dos curvas famosas -aunque para mí son más complicadas las siguientes contra curvas-, no vuelves a disfrutar. La bajada es una gozada, aunque vas tan rápido que no te puedes relajar mucho…
Finalmente, ¡entrada en meta y prueba superada!
Os dejo mi vídeo…
Mi tiempo oficial fue el de 2:16:57… en 2019 había hecho 2:10:55, sin duda eché de menos a Ángeles Arrabal y compañía para hacer grupo… Esta vez he ido solo todo el rato y creo que se ha notado.
Aun así estoy muy contento por haber acabado, por haber podido hacerlo, por comprobar que estoy bien y que puedo hacer estas cosas todavía.
Tiempo total de las dos pruebas 3h12:33, posición 198 de 412 de la general de todas las categorías. Aquí podemos consultar los resultados. ¡Ni tan mal!
Es más, por lo que se ve en la clasificación publicada por el Diario de Noticias, en mi categoría Masters U-50 hombres, soy la cabeza del ratón. ¡El primero del grupo de los que no hacen buen tiempo!
He acabado 46 y el anterior me saca casi media hora… otra liga. Ellos son la cola del león, yo la cabeza del ratón. 😉
Con la situación actual de la pandemia no sé si se terminará haciendo la P2P 2021, la prueba de patinaje Zubiri – Pamplona – Puente La Reina. Anunciada está… veremos qué pasa en las próximas semanas.
La verdad es que me encantó cuando la hice en 2019… y me apetecería muchísimo repetir. Además, necesito ponerme objetivos en la vida para hacer cosas!!!
De momento intento salir a patinar e ir pillando forma (no redonda).
Aunque la verdad es que acabo muerto… el calor, la baja forma física… y mi tema de salud, que no sé si me afecta o no al rendimiento y la recuperación. Lo iremos viendo.
Fue empezar las vacaciones e irme unos días a la playa. A ver qué tal estaba todo…
Y en general muy bien… como el verano pasado, la verdad. Gente con mascarilla si no hay distancia, respetando un poco la separación de las sombrillas en la playa… ¡Bien!
Este año no tengo planes así que seguramente esté yendo y viniendo… dejaremos los viajes y las zonas turísticas para otra ocasión… ¡y tan a gusto!
Este 2020 tan extraño, un año que nos han cancelado todos los eventos deportivos que tenía en el calendario… me había quedado sin objetivos.
Copa de España Máster de esquí alpino: ni una prueba celebrada.
Maratón de patinaje de Madrid: cancelado.
Pamplona – Puente La Reina: cancelado.
Y yo, la verdad es que soy bastante vago y si no tengo un objetivo me cuesta salir a entrenar…
Así que cuando pudimos salir a la calle a hacer deporte, allá por mayo o junio, se me ocurrió que podría hacer este año la San Silvestre Vallecana…
Yo nunca he sido de correr… es más, me da una pereza terrible… pero a raíz de eso he hecho las dos carreras Ponle Freno virtuales, de 10 kilómetros cada una… y me he ido preparando para la San Silvestre Vallecana.
Con el apoyo imprescindible de mi amigo Alberto, que nos íbamos contando algunos de los entrenamientos que hacíamos… sus ánimos y su promesa de que lo acabaríamos juntos, fui haciendo kilómetros.
La carrera, al ser virtual, la podías realizar donde quisieras, pero la organización proponía varios circuitos. Por comodidad y por acceso, me decanté por el del Parque Juan Carlos I.
Allí fui a correr unas cuantas veces, para familiarizarme con el recorrido, con las cuestas, con los tramos de tierra, de asfalto… y hacerme a la idea de qué partes eran más duras, donde podía soltar un poco…
Algún día lo pasé mal… otro me sentí muy bien…
La carrera la podías hacer cualquier día desde el 19 de diciembre al 31… ¡y llegó el que habíamos puesto en el calendario Alberto y yo: el 29 de diciembre!
La verdad es que la primera vuelta no fue del todo mal… sufrí mucho del kilómetro 4 al 5… con un viento lateral que nos dio cruzando un puente y no pillé ritmo…
Pero la segunda vuelta me volví a encontrar y pude seguir…
Alberto me animaba mucho, todo refuerzo positivo… ¡y acabamos!
El ritmo: el que pude. Muy contento porque la pude hacer. Un reto más conseguido en un año complicado por todo…
No sé si el año que viene podré repetir, si ya será normal, o si podré volver a pasar el fin de año esquiando… Pero la experiencia de este año ha sido genial.
Como estas navidades van a ser diferentes me he querido dar un capricho…
Nosotros no tenemos cestas ni cosas de esas en Navidad, tampoco es algo que me haya preocupado, normalmente pasaba las fiestas esquiando y la cena de nochevieja suelen ser latas, espaguetis… nada muy especial.
Pero como este año toca quedarse en casa… me he dado un capricho: un lomo de TorreAlba, comprado en La Roblicita, productos de calidad Vitigudino, en Salamanca. Recomendación de mi amigo Felipe Pernas.
Ha llegado en un día y os aseguro que está increíble…