Tercer día del viaje a Noruega: el Tren de Flam y Sognefjord
El tercer día empezó temprano, a las 8.35 teníamos el viaje en el Tren de Flam.
El Tren de Flam es un tren noruego, que utiliza la población como una línea ferroviaria más. Conecta Flam, en el fiordo, altitud 0 sobre el nivel del mar, con Myrdal a 866 metros de altura. En Myrdal hay una estación, en la que para el tren que une Oslo con Bergen.
Gracias al Tren de Flam todo el valle tiene una conexión con las ciudades y, por lo tanto, con el resto del país. Y lo que es más importante, las mercancías que entran por el fiordo se pueden distribuir por tren al resto de pueblos y, al contrario, a Flam y los pueblos cercanos, puede llegar de todo.
A nivel turístico, el Tren de Flam es interesante por ser una de las líneas ferroviarias más inclinadas del mundo. Normalmente, para salvar ese desnivel se utilizaría un tren cremallera o algo así… pero el Tren de Flam es un tren normal. Eso sí, tiene dos locomotoras. Una tira… y la otra empuja.
Además de esta curiosidad técnica… durante el recorrido se pueden ver paisajes muy llamativos… como el propio pueblo de Flam…
Un camino lleno de curvas, con múltiples túneles que utilizan para salvar los 866 metros de desnivel del recorrido.
Infinidad de cascaditas…
Y la famosa Kjosfossen.
Durante el trayecto, el Tren de Flam va haciendo paradas en los pueblos… porque en el fondo se trata de dar servicio a los habitantes del valle. Pero también tiene una parada, especialmente para los turistas, en un mirador para ver esta impresionante bajada de agua.
En determinados momentos, si tienes suerte, junto a la cascada, puede ser que veas alguna Huldra…
Después del viaje en el Tren de Flam, tocaba continuar ruta… y eso significaba fiordos.
Desde Gudvangen sale el ferry que llega a Kaupanger, por el fiordo Nærøyfjorden, uno de los brazos del Sognefjord.
El Sognefjord es uno de los fiordos más largos del mundo. Se mete más de 200 kilómetros tierra adentro. De él, salen varios brazos… uno de ellos, éste que íbamos a navegar.
Este fiordo es bastante ancho… pero lo que más impresiona es lo alto que es. Y eso sin contar que la profundidad puede superar los mil metros.
Hay que imaginarse todo eso cubierto del hielo que lo formó… incluido la zona de agua ahora.
De estas montañas impresionantes, caen, como no podía ser de otra forma, infinidad de cascadas…
De todo tipo y tamaño…
Ese agua del deshielo, que busca su camino al mar…
Durante el viaje también pasas por pueblitos…
Con sus cuatro casas y su iglesia…
Granjas, que ahora quizá tengan acceso por carretera, pero en el invierno, la única vía de comunicación es el fiordo.
Al igual que el tren, estos ferrys se usan para dar servicio de estas granjas. Es posible que, durante el viaje, atraque el barco a descargar mercancía o gente en alguna de estas granjas. Imaginad la profundidad del fiordo para que el barco se pueda acercar a la orilla…
Durante la travesía, no es de extrañar que llueva, salga el sol, se nuble, vuelva a llover… el tiempo en Noruega es así. Siempre con nuestro chubasquero a mano…
Llegada a Kaupanger… y seguimos la ruta.
En nuestro camino hacia el norte, hacia donde haríamos noche, nos acercamos al Parque Nacional Jostedal… una de las zonas de glaciares más importante de Europa.
En Brevatnet hacemos una parada para ver una pequeña lengua de uno de ellos…
Llama la atención el color azulado del hielo, que se distingue a simple vista.
En el corte se aprecia todavía más…
Continuamos viaje, en dirección a Loen, donde estaba el hotel… pero pasó otra de las cosas que te pueden pasar en Noruega. Carreteras cortadas.
Explico: las carreteras de Noruega no son como las nuestras. Salvo cerca de Oslo y Bergen no hay autovía. Tampoco hay muchas carreteras de un carril para cada sentido. En cuanto te alejas un poco de las zonas habitadas, tienes carreteras “combi”. Con un carril para los dos sentidos.
Por otro lado, hay mucha montaña… y llueve mucho. Es decir: desprendimientos de rocas. Carreteras cortadas.
Eso nos pasó. La carretera a Loen estaba cortada y tuvimos que dar un rodeo… atravesando otro fiordo, con el ferry que comunicaba Anda y Lote.
Más kilómetros para el viaje, pero otra experiencia.
El próximo día toca Parque Nacional y glaciares…
Ver el sexto día: De Alesund a Oslo
Ver el quinto día: Fiordo de Geiranger y Alesund
Ver el cuarto día: Excursión al glaciar Briksdal y vuelo en helicóptero
One thought on “Tercer día del viaje a Noruega: el Tren de Flam y Sognefjord”
Hola Nacho!
Qué suerte haber encontrado tu blog buscando info sobre Noruega!!! Nos está ayudando mucho para preparar el viaje, pero el tema Bergen-Oslo me suscita muchas dudas. Te cuento a ver si nos puedes dar un poco de luz sobre tanta incertidumbre, si no es mucho pedir de parte de un completo desconocido… 🙂
Vamos a hacer Estocolmo-Stavanger-Bergen-Oslo. Dos días y medio para Estocolmo, otros dos Stavanger, 2 más para Bergen y finalizando en Oslo. Por supuesto en Bergen queremos hacer el viaje en el tren de Flam, pensábamos dedicarle un día entero y al día siguiente ir a Oslo también en tren. Esta es la idea, pero hay tanta info por ahí que me genera un mar de dudas, porque tal vez por desconocimiento lo tenga mal planteado. El tour desde Bergen estoy viendo que te lleva a Myrdal, que queda (aunque más cerca de Bergen), a medio camino de Oslo. Entonces… ¿plantear esta excursión para, al día siguiente, volver a coger el tren desde Bergen no es un poco tontería? Es decir, ¿no es más lógico hacer lo del tren de Flam desde Bergen y ya cuando termine continuar a Oslo? No sé si da tiempo a todo o no, pero me da que estamos enfocando muy mal este tema…
¿Qué opinas? Muchísimas gracias!!!!!!!!!!