París día 2. Objetivo: Versalles
Al despertar el día 18 de marzo y tras un desayuno bueno en el hotel, salimos hacia la oficina de turismo que habíamos visto en Pyramides la noche anterior. De camino, unas fotitos a la Ópera:
En la oficina de turismo preguntamos cómo ir a Versalles. También nos compramos el pase Museos (Paris Museum Pass) que te permite entrar en un montón de los museos de París y sus inmediaciones (Versalles, Louvre, Orsay, Arco del Triunfo, Tumba de Napoleón, Centro Pompidou, Cripta y Torres de Notre-Dame…) El de dos días costaba 30 euros, nosotros compramos el de cuatro días por 45.
De camino a la estación del RER que está en el museo d’Orsay pasamos por las Tullerías:
A un lado el Arco del Triunfo de Carrusel y el Museo del Louvre… A otro, la Plaza de la Concordia, los Campos Elíseos y el Arco del Triunfo.
El Jardín de las Tullerías es un bonito, y obligado, paseo…
Diseñados por André Le Nôtre, jardinero de Luis XIV, que también diseñó los jardines de Versalles, y que estaba interesado especialmente en la perspectiva:
1666-1672: Colbert encargó a Le Nôtre el embellecimiento de los jardines de las Tullerías
1667: Le Nôtre prolongó la perspectiva de las Tullerías: fue el nacimiento de la avenida de los Campos Elíseos
Alejándonos del Louvre y rodeados de estatuas, llegamos a la Plaza de la Concordia.
Vista de la Torre Eiffel desde la Plaza de la Concordia y el Jardín de las Tullerías…
En esta plaza es donde estaba puesta La Guillotina durante La Revolución… Hoy hay un obelisco egipcio procedente del templo de Luxor.
Seguimos nuestro camino hacia el Museo d’Orsay, que es donde está la parada del RER… Cruzamos el Sena…
Para llegar a la Asamblea Nacional, nuestro Congreso de los Diputados.
La Asamblea Nacional consta de 577 diputados, cada uno de los cuales se elige en hasta dos rondas de votación y representa una circunscripción electoral específica.
La duración máxima del mandato de la Asamblea y sus diputados es de cinco años. El Presidente de Francia puede disolver la Asamblea (y anunciar nuevas elecciones), excepto si ya lo ha hecho en el último año.
La sede oficial de la Asamblea Nacional es el Palais Bourbon:
Desde la parada del RER Museo D’Orsay, la línea C5 lleva directo a Versalles – Rive Gauche. Lento, porque son unos 20 kilómetros lo que dista Versalles de París… Pero bueno…
En la misma estación, cuando compras el billete, te venden un combinado tren + visita al castillo… Nosotros no lo pillamos porque la entrada iba incluida en el Pase Museo.
Es más que recomendable llevar la entrada comprada previamente, antes de llegar a Versalles. De esta manera te evitas la cola, larguísima, para comprar las entradas.
Si llevas la entrada, ya sea porque la has comprado en la estación del tren o porque tienes el Pase Museo, tendrás que esperar cola igualmente… Pero será más corta. Los únicos que se cuelan de verdad son los grupos que tienen reservada la hora de entrada…
La previsión del tiempo era que no iba a llover… Pero cuando uno ve esas nubes no puede evitar pensar que va a caer “la mundial”…
Tras una larga espera, ya casi estamos…
El Château (castillo, mansión) de Versailles, es un edificio que desempeñó las funciones de una residencia real en siglos pasados. Su construcción fue dispuesta por Luis XIV como una pequeña ciudad alejada de los problemas.
El Castillo es realmente impresionante… Lujo y belleza… A pesar del paso del tiempo y de los altibajos sufridos… El salón de Hércules es de lo primero que te encuentras en la visita.
Busto de Luis XIV a los 27 años, por Bernini, en el Salón de Diana.
El salón de Mercurio… La verdad es que las fotos más bonitas salen disparando a los techos… Porque la densidad de visitantes es bien alta…
Las fotos de los catálogos son muy bonitas… La Galería de los Espejos es una gozada. Aquí la vemos con gente:
Pero bueno… Estar, estuvimos:
Las vistas desde la Galería de los Espejos hacia los jardines son sensacionales
La Galería de los Espejos, símbolo del poder del monarca, se levantó sobre la antigua terraza del palacio nuevo.
Limitada al norte por el salón de la “Guerra” y, al sur por el salón de la “Paz”, tenía 73 metros de largo, ocupando toda la fachada oeste del “Palacio Nuevo”, y servía de comunicación entre los departamentos del rey y de la reina.
357 espejos que adornan los 17 arcos frente a las ventanas:
La Gran Galería, como era conocida en el siglo XVII, servía todos los días como lugar de paso, de espera y de encuentros, frecuentada por los cortesanos y el público visitante.
Sólo excepcionalmente se desarrollaban allí ceremonias, cuando los soberanos querían dar más brillo a recepciones diplomáticas o en momentos de diversión (bailes y juegos), con ocasión de matrimonios de los príncipes.
Aquí fue firmado también, el 28 de junio de 1919, el Tratado de Versalles, que puso fin a la Primera Guerra Mundial.
Dejando la Galería de los Espejos, se pasa por los departamentos de la reina y, antes de dejar la primera planta, se llega a la Sala de la Consagración.
La Sala de la Consagración se denomina así porque en ella se encuentra la famosa composición de Jacques-Louis David “La Coronación de Napoleón I y Josefina”, réplica de la primera versión (que está en el Louvre) y pintada por el mismo David.
La columna de bronce y porcelana, encargada por Napoleón I, conmemora la batalla de Austerlitz, del 2 de diciembre de 1805.
En la planta baja están los apartamentos del Delfín y Delfina…
Llama la atención, en la recámara del Delfín:
¡¡Las escaleras que tenían para subir a la cama!!
Bueno, la verdad es que las fotos no hacen justicia… Así que disfrutamos de la visita y, para tener fotos buenas, compramos la guía de la visita a Versalles… Que ya de paso, te cuentan cositas interesantes.
Después de recorrer el Palacio, sales a los Jardines…
El jardín de Versalles es clasicista, ordenado, racionalizado. Crea una organización que relaciona todas las esculturas y fuentes y ensalza la monarquía.
La Fuente de Latona es una de las primeras que te encuentras, al pie del Palacio.
Inspirada en Las Metamorfosis de Ovidio, ilustra la leyenda de la madre de Apolo y Diana protegiendo a sus hijos contra los agravios de los campesinos de Licia, y pidiendo a Júpiter vengarla; Júpiter los convirtió en ranas y lagartos.
El Jardín está muy ordenado, podado y cuidado en la zona próxima al palacio, y después se va asilvestrando.
Sigue el paseo por la Avenida Real, también llamada Tapis Vert (alfombra de césped).
La fuente de Apolo y el Gran Canal. Luis XIV hizo ampliar y adornar esta zona con el conjunto de plomo dorado que representa a Apolo en su carruaje.
A continuación se extiende el Gran Canal. Fue escenario de numerosas fiestas náuticas y por él navegaban muchas embarcaciones.
Llegaron a tener dos góndolas, regalo de Venecia. Aquí al lado hay una zona conocida como Pequeña Venecia, que es donde vivían los gondoleros.
Desde el Gran Canal, caminamos hacia el Gran Trianón… No es mucha distancia… Sólo un paseo…
Más…
El Gran Trianón está ubicado al noroeste del Palacio de Versalles. Único por la originalidad de su arquitectura, se puede decir que es obra del arquitecto y del rey Luis XIV mismo, ya que supervisó mucho su diseño.
En 1687, Versalles se encontraba invadido por una multitud de cortesanos: así el Trianón se pensó como un lugar de descanso, un espacio privado, reservado para conciertos, fiestas e incluso para comidas ligeras, donde Luis XIV pudiera invitar a las damas de la Corte…
¡No sabía nada…!
Aquí estamos en el Peristilo.
El Gran Canal llega hasta aquí también.
Tiene sus propios jardines… Vamos, completito…
De momento no llueve… Aguanta el día… Y la verdad es que se disfruta de estar aquí.
En esta zona ya casi no hay gente. Está un poco lejos…
Un poco más alejado está el Pequeño Trianón, otro palacete…
En esta ocasión fueron distintas mujeres (Mme de Pompadour y especialmente María Antonieta) las que disfrutaron de este espacio.
Destacan los jardines…
Mucho más asilvestrados… Y con unos árboles impresionantes:
Este Templo del Amor que la reina podía divisar desde su habitación del Pequeño Trianón, fue edificado al más puro estilo neoclásico en 1778. Muy riquito…
Dando un paseo por estos caminos curvos, alejados del diseño milimétrico de todo lo anterior, sorprende encontrar árboles como éste:
Que parece que han vivido de todo… Parece que están de vuelta de todo…
¡Si ellos hablaran!
Estamos de camino a lo que se llama la Aldea de la Reina. Senderos casi naturales… Arroyos mansos…
Seguimos con los árboles… y con los troncos… ¡Que llaman la atención!
Estos parecen sacados de El Señor de los Anillos…
Sí, esos que se mueven y hablan…
Llegamos a La Aldea de la Reina.
Esta aldea inspirada en los caseríos de Normandía, fue creada entre 1783 y 1785.
La moda imponía estos “regresos a la naturaleza” y la reina se sometió a ella.
Comprendía doce casas.
La Torre Marlborough domina la pesquería así como la lechería.
Enfrente, el molino.
La Casa de la Reina, frente al lago artificial, es la construcción más importante:
Unida a la Casa del Billar por una galería de madera, desde donde se podía vigilar los trabajos de los campos.
Seguimos el paseo rodeando el lago y pasamos cerca de la Torre…
Un sitio muy tranquilo, desde luego…
Volviendo al palacete, te encuentras por sorpresa con el Belvedere. Dominando el lago, este encantador pabellón de música octogonal fue edificado en 1777.
Ya en la Avenida Real, la zona más conocida de los jardines, han desconectado el agua de la fuente de Apolo y se puede apreciar bien las esculturas.
La Columnata es algo que encuentras caminando tranquilamente por los jardines… Treinta y dos metros de diámetro, treinta y dos columnas de mármol jónicas, sostienen arcadas y una cornisa de mármol blanco coronada por treinta y dos urnas.
En el centro, un basamento circular de mármol sirve como pedestal a El Rapto de Proserpina por Plutón.
La Fuente de Saturno:
Llevamos un rato caminando…
Vamos a ir terminando nuestra visita…
Pero primero, La Orangerie (Invernadero de los Naranjos).
Está compuesta por cuatro superficies de césped y una fuente circular y acoge, en verano (eso sí) 1.055 árboles en cajones que se trasladan en invierno al interior de la Orangerie.
Más allá está el Estanque de los Suizos.
En París y en Versalles, encuentras gente de todas partes del mundo…
Una china se estaba haciendo una foto en esta postura que veis, así que la imité…
Nosotros no captamos la esencia de la foto… El significado profundo…
¡¡Pero en china disfrutarían de esta foto muchísimo…!!
Bueno, dejamos el Palacio de Versalles y sus jardines… Vale la pena, pero hay que venir con tiempo y con tranquilidad.
De vuelta en París…
Anochece sobre la ciudad y con esa luz todo cobra un color diferente… Además, aquí el cielo está despejado.
El Grand Palais al fondo…
Cualquier puente sobre el Sena tiene su encanto especial… ¡Y su tráfico!
Notre-Dame en el atardecer.
¿Cansancio? Nooo… Que te lo crees tú…
Ya volviendo al hotel, el Museo del Louvre cobra también un colorido especial bajo esta luz…
El Arco del Carrusel se levantó para celebrar las victorias de Napoleón de 1805.
En la parte superior se colocaron los cuatro caballos dorados que Napoleón había mandado traer de la basílica veneciana de San Marcos (se devolvieron en 1815 y se sustituyeron por copias a las que se agregó una cuadriga con la estatua de la Paz.
Bonito el museo, ¿eh? No sé si me gusta más de noche o así…
Buscando un sitio para cenar damos un paseo y comprobamos por qué a París se le llama la ciudad de la luz…
Este es el edificio de la Ópera. Dicen que es el teatro lírico más grande del mundo. Es el monumento más típico de la época de Napoleón III.
La Madeleine tiene la forma y estructura de un templo griego clásico. 52 columnas de 20 metros de altura…
Napoleón quiso un monumento en honor de la Grande Armée. Transformada en iglesia en 1814 fue dedicada a Santa María Magdalena.
Ya ves… Bueno, buscaré algo para cenar y a la cama que ya es tarde y mañana… ¡¡toca más!!
4 thoughts on “París día 2. Objetivo: Versalles”
Felicidades por las fotos y por ser tan afortunado de visitar esos lares. Me ha encantado!
¡Muchas gracias por tu comentario!
Que maravillosas fotos, las he disfrutado muchísimo. Gracias.
Me encanto la explicacion, porque cuando visite Paris no sabia los nombres , excelentes fotos !