Cuatro años del fin de la gira The Rising en Nueva York, mi único concierto americano

Cuatro años del fin de la gira The Rising en Nueva York, mi único concierto americano

Octubre y mayo son meses especialmente activos para el mundo Springsteen… O esa sensación tengo.

En plena vorágine por la venta de entradas para el concierto de Madrid del 25 de noviembre, hoy se cumplen cuatro años del fin de la gira The Rising.

Aquel 4 de octubre de 2003 viajé a Nueva York al concierto que cerraba la que ha sido hasta ahora la última gira con la E Street Band. Concierto mítico y mágico… Múltiples sensaciones y todas buenas…

Entrada del 4 de octubre de 2003Shea Stadium 4 de octubre de 2003

Quizá hoy, para celebrar el aniversario tenga buenas noticias del Carrefour… De todas formas el regalo vino ayer cuando Elena Serrano, la hermana de Paz, me llamó para decirme que le sobraba una entrada… Gracias a que consiguió comprar por internet ¡tengo mi entrada asegurada!

Ya iré modificando este post según vaya pasando el tiempo, pero de momento… Celebremos los cuatro años de aquel pedazo de concierto…

Shea Stadium 01

Set List:

CODE OF SILENCE (primera vez que la veía en directo estando yo en el concierto)

THE RISING

LONESOME DAY

ROULETTE (nunca hubiera pensado que la acabaría viendo en directo, me encanta)

NIGHT

I WISH I WERE BLIND (grata sorpresa)

EMPTY SKY

YOU’RE MISSING

WAITIN’ ON A SUNNY DAY

JOHNNY 99 (extraña versión quizá anticipo de lo que vendría después)

ANOTHER THIN LINE (nunca la había visto ni imaginado ver)

TUNNEL OF LOVE (estreno en la gira, no hubiera apostado por ella)

BECAUSE THE NIGHT

BADLANDS

PROVE IT ALL NIGHT (menudas tres seguidas…)

MARY’S PLACE

BACK IN YOUR ARMS (increíble pero cierto… nunca la había visto ni imaginado)

INTO THE FIRE

LIGHT OF DAY

BOBBY JEAN

BORN TO RUN

SEVEN NIGHTS TO ROCK (siempre gusta repetir)

HIGHWAY 61 REVISITED (con Bob Dylan… Impresionante… Bob Dylan…)

MY CITY OF RUINS

LAND OF HOPE AND DREAMS (¿Final?)

ROSALITA (¡No! Impresionante… No hubiera imaginado…)

DANCING IN THE DARK

QUARTER TO THREE (con Gary U.S. Bonds… Y oyendo la gira del 78 dije “ojalá algún día…”)

TWIST AND SHOUT (Mítica… Con Willie Nile, Jon Landau, Garland Jeffreys, Brendan O’Brien, Gary U.S. Bonds and family… Fiesta total… ¿Cuánta gente en el escenario??)

BLOOD BROTHERS (Final de gira como debe ser… Brutal, emotivo y a llorar con Clarence)

Shea Stadium 4-oct-2003

Os presento unos temitas del concierto… En primer lugar Code of Silence o cómo empezar un concierto con fuerza:

A continuación Roulette… Pedazo de canción que cuanto más la oyes, más quieres… ¡Brutal! O cómo hacer que todo el mundo se ponga en pie a bailar, saltar y lo que sea:

Back in your Arms… Sorpresa total para mí y gran emoción… Me encanta esta canción:

Y un final con Blood Brothers… Para poner punto final a un concierto mágico… A una gira de año y medio largo… Igual que acabó en el 2000 y con letra adaptada para final de gira… Imposible no llorar con quien sea que comparta ese momento contigo… En mi caso Jordi e Itziar que los conocí allí…

Nacho en el Shea Stadium

NYC Experience (escrito a la vuelta de mi viaje)

Ya he vuelto y estoy empezado a asimilar mi aventura del fin de semana del 4-5 de octubre.

He estado en unos cuantos conciertos, dieciséis en mi vida. Muchos para algunos, pero pocos para otros… En concreto, había visto siete conciertos de la gira The Rising, el último en París.

Cuando vi que los clubs de fans estaban organizando viajes a Nueva York para ver los conciertos del final de la gira… aluciné. ¡Ojalá pudiera! Pero la vida es así… cuando tienes dinero, no tienes tiempo porque tienes que trabajar… y cuando no tienes trabajo, tienes tiempo pero estás pelado… En ese momento yo estaba en el paro a la espera de ver si me contrataban para otra temporada de Sabor a ti, o qué pasaba.

Meses después, en septiembre, se confirmó que el último concierto de la gira, el que cerraría los 120 conciertos, sería en Nueva York, en el Shea Stadium… ¡y un sábado! Qué tentación…

Miedo, nervios, mala conciencia, sé que no debería… De todo un poco… Pero cuando salieron las entradas a la venta en Internet… Me compré una, la de mi decimoséptimo concierto.

En otros viajes he ido muy bien acompañado, pero para este viaje relámpago a Nueva York era muy difícil encontrar a alguien con las ganas, la ilusión y, sobre todo, con el presupuesto necesario para tal aventura… Así que solito y punto.

Todo empezó el sábado 4. El vuelo salía a las once, pero madrugué para ir con mucho tiempo al aeropuerto… Mucho miedo al overbooking.

En el mostrador de Delta, para facturar, me hicieron las típicas preguntas que te hacen cuando viajas a Estados Unidos: ¿Motivo del viaje? ¿Cuánto tiempo vas a estar allí?

La verdad es que les sorprendía un poco el motivo de mi viaje… ¡Iba a Nueva York a ver un concierto de Bruce!

Pasé sin problemas el control de seguridad de Delta y del aeropuerto. Aunque me comentaron que el nuevo pasaporte no funcionaba muy bien… que había algunos que no se leía la banda magnética…

El vuelo despegó con veinte minutos de retraso, pero nos comunicaron que recuperaríamos ese tiempo durante el vuelo. Mi compañero de asiento era Jesse, un militar de la NAVY destinado en Rota. El motivo de su viaje era ir a visitar a su madre que estaba internada en un hospital en Oklahoma.

Intenté descansar y dormir algo porque me esperaba un largo día… y la verdad es que se me pasó rápido. Siete horas de vuelo, más o menos, y llegamos a JFK a la una menos veinte (¡veinte minutos antes de la hora prevista inicialmente!)

Había quedado con Pablo, un amigo de un amigo que iba a estar en Nueva York esas fechas e iba a ir al concierto, en Times Square a las tres y media. Yo quería pasarme antes por el hotel, en Manhattan, para dejar mi mochila e ir ligero de equipaje al concierto, pero tenía tiempo… o eso creía yo.

En Inmigración, en el control de pasaportes, las típicas preguntas de rigor. Motivo del viaje. Tiempo de estancia en EE.UU. Lugar de alojamiento… y otras más… ¿Puedo ver la entrada del concierto? No, porque la recojo en el estadio. ¿Puedo ver el resguardo de la compra? ¿Puedo ver el billete de vuelta de avión? ¿Puedo ver el bono de reserva del hotel? ¿A qué se dedica? ¿En qué consiste su trabajo? ¿Es la primera vez que visita los EE.UU.? ¿Cuántas veces lo ha hecho? ¿En qué fechas? ¿Cuántas veces ha sido detenido? ¿Y en los EE.UU. cuantas veces le han detenido? ¿Cuándo salió de EE.UU. la última vez?… ¡Va a tener que acompañarme!

En fin, que me llevó a una sala aparte, donde había unas treinta personas más. No era muy grande. Con sillas para unos cincuenta. “Siéntese y espere a que le llamen por su nombre”.

Sólo había un funcionario atendiendo… y mucha gente esperando. “Esto va para largo”, pensé. No es que estuviéramos detenidos. Más bien retenidos. No podíamos hablar entre nosotros, ni ir al cuarto de baño, ni a recoger el equipaje (los que tuvieran)… No nos trataron mal, es decir, no nos insultaban, ni nos pegaban, ni nada… el trato era correcto, pero seco, duro. Eras un presunto. Allí estuve una hora y veinte, más o menos, hasta que me llamaron.

Me volvieron a hacer todas la preguntas del mundo, pero al final, me pusieron el sello y la tarjetita verde. La verdad es que en ningún momento pensé que no me fueran a admitir, ni tuve miedo de que me pudieran meter en la cárcel o algo… no se me pasó por la cabeza. Pero sí estaba jodido y cabreado por la situación.

Salí de Inmigración y fui hacia la Aduana. En principio, allí no hay más que entregar un papel que dice que no llevas alimentos, ni plantas, ni animales y que no tienes nada que declarar… pero como ya se había ido todo el mundo, los funcionarios de aduanas estaban ociosos y decidieron que querían ver todo lo que llevaba conmigo. Me mandaron a un aparte y cuando pasaron mi pasaporte por el lector… ¿Has pasado por Inmigración? Y otra vez todas las preguntas. ¿Pero hay algún problema? No, sólo estamos comprobando unas cosas… y el funcionario se marchó con mi pasaporte, dejando antes a otro vigilándome.

A la media hora larga, volvió y me dijo: “Tranquilo que en unos minutos te podrás ir, no te vas a perder el concierto”. Menos mal… ¿Cuál era el problema? Que tienes un nombre muy común… Bueno, si tú lo dices…

Por un lado bien. Pero la verdad es que tenía el cuerpo jodidillo… es una putada. Por mucha paranoia que tengan, por todo lo horrible que fue lo del 11-9… tienes una sensación de indefensión, de mal rollo… Fueron correctos, pero… Y eso conmigo, que no tengo nada que ocultar, ni he sido detenido, ni nada… no quiero pensar en lo que pasarán otros…

Total, que al final me dejaron salir… Una furgoneta compartida (SuperShuttle, le llevaba reservado desde Madrid) me llevó al hotel… pero la verdad es que todavía seguía jodido. A pesar de estar viendo el skyline de Nueva York… el Empire State… mal.

Al llegar a mi hotel, ya me empezó a cambiar el cuerpo. Poner el pie en el suelo, ver los edificios, oír el ruido, el gentío, las calles… ¡Ya estaba en Nueva York otra vez! ¡Con lo que me gusta esa ciudad (para visitarla)!

La calle del hotel estaba cortada. Estaban celebrando una fiesta coreana, con tambores, bailes… Bien…

Me indicaron como ir al estadio en metro. Ya estaba bien, animado… ¡Iba a ver el último concierto de la gira! ¡Con la E Street Band al completo! ¡En EE.UU.! ¡Y en Nueva York!

Me perdí unas cuantas veces en el metro… se ve que muy centrado no estaba… pero al final atiné. Vi a una pareja que ella llevaba una camiseta de Bruce y les pregunté si iban al concierto. Me dijeron que sí, y que eran catalanes… ¡De puta madre! ¡Me acoplo con vosotros!

Jordi e Itziar habían ido en el mismo plan que yo. Llegaron el viernes y fueron directos al concierto. Me estuvieron contando lo alucinante que fue. “Empezó con Roulette, Candy’s Room…” ¡Roulette, qué pasada! ¡Qué envidia!

Las entradas que ellos tenían eran bastante malas, así que nos pusimos en la cola de las que se venden de última hora, para que ellos consiguieran mejores entradas. La gente llevaba muchísimo tiempo allí, algunos desde la madrugada. El ambiente era curioso. La gente en la cola comía pizzas que habían traído. Había muchísima policía de NYPD, de la normal, de la que sale en la tele… según me dijeron, la policía de Nueva York se encarga de la seguridad de ese estadio.

Ellos sabían dónde se recogían las entradas de Ticketmaster, así mientras Itziar se quedó en la cola, Jordi y yo fuimos a buscar las que habíamos comprado previamente. Fenomenal, sin problemas.

Al rato de estar en la cola, un tío que estaba delante nuestro en la cola nos empezó a contar que tenía unas entradas que le sobraban, que no estaban mal… y se las vendió a estos dos chicos más baratas que el precio de taquilla.

Yo estaba conforme con mi entrada y, ahora, ellos también estaban conformes así que entramos al estadio. Faltaban dos horas para el comienzo del concierto y allí no había prácticamente nadie. Por dentro, el estadio tenía muchos bares distintos… de hamburguesas, de perritos… y muchos puestos de merchandising de la gira distintos.

Recorrimos el estadio por dentro, compramos camisetas, vimos sus sitios, el mío… fuimos a cenar algo y estuvimos charlando como si nos conociéramos de toda la vida.

Era la hora del concierto y el estadio seguía medio vacío. Nosotros seguíamos con nuestras coca-colas y perritos fuera. Me dijeron de ir con ellos a sus sitios, que por estar muy laterales, estaban muy cerca del escenario mientras que el mío, al estar en frente, estaba bastante más lejos. Les dije que no, que pasaba de que hubiera cualquier problema y luego me tuviera que ir a mi sitio en mitad del concierto y me perdiera una canción o lo que fuera… así que me dijeron que me pasara en la primera pausa antes de la primera tanda de bises. En eso quedamos.

Pasaban veinte minutos de la hora de inicio del concierto y aquello seguía sin estar muy concurrido. Me fui a mi sitio. Allí estaban Mary Angel y Pat, una pareja de maestros que habían dejado a sus cinco hijos en casa en New Jersey y se habían venido al concierto de Bruce. Enseguida me puse a hablar con ellos. Que había venido desde España sólo para ver este concierto, que iba a ser alucinante, que ojalá toque tal o cual canción… que era mi primer concierto en EE.UU… Ellos me explicaron que era muy normal que el estadio todavía no estuviera lleno. Que la hora era “orientativa” y que la gente ya sabía que no empezaba a esa hora e iba llegando. La verdad es que desde mi sitio tenía una vista panorámica del estadio de baseball alucinante y veía llegar el río de gente desde el metro…

Y empezó.

¡Code of Silence! Una pasada. Días previos a mi salida había estado escuchando el concierto con el que finalizó la gira 2000 y también empezó con Code of Silence. Una canción que en su momento me encantó y que cuando se anunció la edición del cd Essentials para noviembre, comenté que ojalá estuviera Code of Silence porque sería una pena que se perdiera en el cajón de las canciones olvidadas por Bruce. Genial comienzo. Una pasada… Primer éxtasis.

The Rising, Lonesome Day… que gusto volver a oirlas…

¡Roulette! Segundo éxtasis… Mi giré a Mary Angels y le gire “Roulette! Roulette!” mientras la agarraba, casi zarandeándola. Ella sólo pudo decirme un tímido “I know, I know…” Cuando he oído esta canción, en piratas de la gira del Tunnel of Love, jamás se me pasó por la cabeza que podría oírla en directo… ¡y qué versión!

Night. Muy buena versión y muy cañera. Aunque la habíamos oído en el Sant Jordi 2002, siempre viene bien.

I Wish I Were Blind. Yo creo que ésta sí la he debido oír en la gira del Human Touch y Lucky Town… pero ésta en una versión muy guapa.

Luego vino el bloque de Empty Sky y You’re Missing. Superemotivas estas canciones allí. No olvidemos que estamos en Nueva York…

Waitin’ on a Sunny Day. De puta madre, como siempre. En esta canción ya se empezó a notar en Bruce un sentimiento de saber que era la última vez que iba estar haciendo cantar al público… Waitin’, waitin’ on a sunny day…

Y al loro a la traca que viene a continuación: Johnny 99, Another thin line, Tunnel of Love… pedazo de canciones que no había oído en directo nunca, triple éxtasis… ¡y cómo las tocaron!

Esa traca fue la bomba, pero lo que viene a continuación no se queda corto: Because the Night tocada a muerte… y del tirón Badlands y Prove it all Night… ¡No tengo palabras! Éxtasis colectivo.

Mary’s Place, que a mí sí me gusta… Emotiva la parte de la presentación de la banda… Quizá la última vez que están todos juntos en el escenario en una gira…

Ya había perdido la cuenta de los éxtasis, de las emociones, de los vuelcos de corazón… cuando reconocí las primeras notas de Back in Your Arms… ¡La ostia! ¡Una pasada! En ese momento, aunque el concierto estaba siendo cojonudo, fui consciente de que todo valía la pena. Si antes de comprar la entrada me hubieran dicho que me iba a gastar toda la pasta que me he gastado en un fin de semana, que iba a pasar el mal rato en el aeropuerto, la paliza del viaje, etc. Pero que, a cambio, iba a escuchar estas canciones… hubiera dicho que sí, siempre. ¡Qué pasada! ¡Back in your arms! Me encanta esa canción, es preciosa, una de las mejores de la última época. Muchas veces he soñado que la tocaba, pero nunca lo pensé en serio que podría llegar a oírla… y aquí estoy.

Después, Into the Fire… genial. Hay que estar allí para ver cómo vive la gente estas canciones allí. Al final de esa canción, seguramente fuera la última del primer bloque, debía irme con mis amigos catalanes… así que al terminar me despedí de Mary Angels y Pat, nos hicimos una foto rápida y… a correr.

Bajé un nivel y crucé el estadio corriendo, aunque paraba cada vez que me encontraba con un grupo de policías que custodiaba el estadio… lo que me faltaba…

La verdad es que el público en EE.UU. es un tanto raro… los hay que vibran de la leche, pero otros muchos se pasan el rato yendo al bar a por cervezas, perritos… o en cuanto tocan una lenta que no les hace saltar… se ponen a hablar con el de al lado, como si estuvieran en un bar… con música en directo. Yo no lo entiendo… pero es curioso.

Llegué justo a tiempo… ¡Light of Day! Genial.

Bobby Jean… Venga, vale… bien.

Born to Run. Se encienden las luces… La gente se pone en pie… Es una canción que los fans viven en todos los sitios, pero creo que allí de una manera especial.

Seven Nights to Rock. ¡Muy Buena! La había escuchado en París y tenía muchísimas ganas de volver a oírla…

Descanso… y a la vuelta:

My great friend, and inspiration…with us tonight… Mr. Bob Dylan!¿Bob Dylan? ¿Canta Bob Dylan? Momentos de desconcierto, pero vemos a Bob Dylan en el escenario… y claro… mega-ultra-éxtasis…Highway 61.

Charla muy emotiva antes de My City of Ruins… genial como siempre y allí más. A pesar de que originalmente se compuso para Asbury Park, los neoyorkinos la han adoptado como un himno para ellos… Come on, Rise up!! Brutal…

Otra charla, ahora política, sobre la guerra, las mentiras del gobierno, la libertad, la democracia… This is the Land of hope and Dreams. No sé que tiene esta canción que me vuelve loco. Puede que como siempre que la toca, sabes que está cerca el final del concierto… o simplemente que es cojonuda… lo cierto es que me emociona muchísimo… Jordi, Itziar y yo abrazados sin parar de botar… genial.

Rosie… I’m home!!! Dice Bruce justo antes de arrancar una genial Rosalita… Ya no sabíamos que pedir… Salió Willie Nile a escena…

Dancing in the Dark, se sumó John Landau y más personas que mi cultura musical no reconoce… lo siento… Aunque la hemos oído mucho en esta gira, a Itziar le gustaba y allí vibramos con ella… Además podría ser la última…

Ya no sé si salió más gente o cuándo habían aparecido… lo cierto es que había una manifestación en el escenario… ¿Cuántos había? No sé… En eso que se juntan los “Jefes de Área” y arranca un Quarter to three… ¡¡Dios!! Sí soñé que algún día lo oiría… pero en el fondo no me lo creía… y sí!!

Termina y se vuelven a reunir… ¡Van a seguir, van a seguir!, decía Jordi… y sí… Tiene que ser una que conozcan todos… va a ser el Twist and shout, está claro… y fue. ¿Se puede pedir algo más? ¿Se puede soñar algo más?

De alguna manera tenía que terminar… Y fue como tanto he soñado. Cuando he visto el DVD del Live in New York City… y he visto el cortecillo de Blood Brothers de aquel concierto del uno de julio de 2000… He flipado… Ojalá… Qué sueño… Qué envidia… Por favor…

Y una vez más… faith will be rewarded… y tocó Blood Brothers. Según empezó a tocarla supimos que era la última… no podía haber otra después… emotiva es poco. Es muy fuerte, muy bonita, preciosa… no hay palabras, sólo sentimientos… Abrazarte a alguien en esos momentos era imprescindible, estrechar esos lazos con tus hermanos de sangre, de sueños, de ilusiones… y allí estábamos Jordi, Itziar y yo en el limbo, en una nube…

Terminó la canción, terminó el concierto, terminó la gira… sólo podías aplaudir con emoción… sabiendo que habías sido testigo de algo histórico, de algo mágico. Ahora todo había terminado, pero había valido la pena, habíamos cumplido un sueño…

Abandonamos el estadio, en la nube, nos montamos en el metro y fuimos a Times Square… no había grandes colas, no había empujones ni apelotonamientos… muy bien organizado. En Times Square nos hicimos una foto y fuimos caminando hasta el hotel de Jordi e Itziar. Nos compramos unas hamburguesas en el McDonalds pero ya estaban cerrando y nos despedimos para irnos cada uno a su hotel. ¡Amigos! Tenemos algo en común, hemos compartido una experiencia de vida única…

A la mañana siguiente madrugué. Estaba cansado pero había que aprovechar el día… Desayuno en el hotel y me marché con mi mochila, en dirección norte por la quinta avenida. Llegué a Central Station y pensé en dejar la mochila en consigna, ya que hay autobuses que salen desde allí y van al aeropuerto. Resulta que han quitado la consigna a partir del 11 de septiembre… así que nada, a cargar.

Rockefeller Center, con poca gente, la quinta avenida… estaban preparando el desfile de la policía… y cuando me quise dar cuenta se me había pasado el tiempo volando.

Me monté en el metro para ir a visitar la zona cero. La última vez que estuve en Nueva York fue en julio de 2001, el primer día de nuestra estancia allí subimos a las torres. Ahora me bajé en el metro City Hall y fui caminando hasta allí. Fue doblar una esquina y ver ese vacío… muy impactante. Es una zona de la ciudad muy poblada de rascacielos y muy juntos… no es como la zona norte de las calles y las avenidas que está todo más estructurado… allí, en medio de tanto rascacielos y edificios altos, de repente, no hay… nada.

Una pasada. Di una vuelta andando a semejante agujero… En nuestra primera visita, habíamos visitado Wall Street y comimos en una placita peatonal, donde come la gente por allí, que estaba al lado de la torre sur. Estabas comiendo, mirabas a la izquierda y tenías como única vista la torre sur… Ahora me compré una porción de pizza y una coca cola y me la comí allí… Pero lo que había era un solar enorme…

Terminé mi recorrido por la zona cero y me fui al lado del río que da hacia New Jersey, por Battery park… un paseo por allí…

Llegué a South street Seaport, un lugar en el que siempre hay buen ambiente, festivo… y desde allí me fui en metro a JFK.

Facturé sin problemas, pasé el control de pasaportes y de seguridad sin problemas… y como la vuelta es más corta que la ida… se me pasó rápido.

Llegué a Madrid un poco antes de las nueve y me fui a casa a ducharme, afeitarme y ¡¡a trabajar!!

La verdad es que estaba un poco cansado… vamos mucho… pero la alegría de haber vivido la experiencia, de haber cumplido un sueño, de haber tachado, de la lista de cosas a hacer en la vida, algo de muy arriba… me hizo aguantar el día…


Mis compañeros de trabajo me esperaban para preguntarme qué tal, que les contara… y me decían que se me veía feliz…

Y lo era…

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