Cuarto día del viaje a Noruega: Parque Nacional Jostedal – Glaciar Briksdal y vuelo en helicóptero
La excursión por el Parque Nacional Jostedal con el objetivo de llegar al glaciar Briksdal es una de las cosas que más me han gustado del viaje.
Es naturaleza en estado puro. Montañas, bosque, ríos, casacadas… y hielo.
El autobús te deja en un punto, en la base, donde hay una cafetería, una tienda de souvenirs… y unos carritos tipo golf, por si no puedes hacer la caminata.
No es mucha distancia y nos dieron tiempo. Si puedes, hazlo andando.
Se disfruta tanto de un paseo por ese entorno, que vale la pena.
Cuando llegamos nosotros, había nubes bajas, algo de niebla… Lo cual hacía que todo fuera más especial, más salvaje…
El camino está perfectamente preparado hasta los últimos metros, que ya no pasan los carritos. Pero en ningún momento es un camino de cabras.
Lo bueno de ir andando es que te puedes parar a contemplar los detalles que encuentras… aguas que aparecen donde menos te lo esperas… O la grandiosa cascada que hay al poco de empezar.
El Parque Nacional Jostedal es famoso por la cantidad de hectáreas de glaciar que tiene… y en esta época, el deshielo hace que el agua baje, directamente desde esos bloques inmensos de hielo, con una fuerza increíble.
El camino asciende y serpentea… mostrando distintos ángulos del glaciar y de la vegetación del lugar.
Al acercarnos al lago, formado por el agua de deshielo que hay justo debajo de la lengua del glaciar, entró la nube y empezó a llover… Ya saben, el tiempo de Noruega.
Afortunadamente, con paciencia… el tiempo de Noruega hizo que acabara levantando la niebla y, así, pudiéramos contemplar la gran masa de hielo que forma esta lengua del glaciar.
Finalmente, todo despejado.
Por fotos que he visto, el retroceso del glaciar es tremendo. Así está ahora, pero en 2008, el hielo azul llegaba hasta el lago.
Hace un tiempo se rompió… y eso hace que se derrita muchísimo más deprisa.
La bajada también vale la pena, para fijarte en otros detalles que no has visto en la subida…. Rocas grandiosas haciendo unos equilibrios imposibles…
Rocas suaves, erosioanadas por el hielo hasta dejarlas totalmente lijadas…
Lugares para el recuerdo…
Y puntos de vista distintos de la cascada más importante…
Importante, por la fuerza con que baja el agua…
Porque si es por altura, en esta excursión se pueden ver unos saltos de agua vertiginosos…
Volviendo hacia Olsen, la población más importante cerca de la entrada al parque, hay un lugar con unas vistas muy buenas…
Y ahora, al helicóptero.
Lo ideal sería hacerlo un día de cielo azul, sol, buen tiempo… Pero, tiempo de Noruega… Ya saben.
No tuvimos esa suerte. Aunque estaba cubierto, había visibilidad como para poder ver algo…
Poder sobrevolar el fiordo es una maravilla…
Al fondo, Loen… el pueblo donde estaba nuestro hotel.
Durante el vuelo, cinco personas más el piloto, el helicóptero se acerca lo más que puede a alguna zona de glaciar… Teniendo en cuenta que no se puede sobrevolar el hielo con fines turísticos.
En un día despejado, seguro que ves mucho más… pero como no puedes comparar, el viaje es alucinante…
Se llega casi hasta el sitio de la foto que decía que había buenas vistas… porque a la vuelta sobrevuelas Olsen…
Una experiencia, desde luego. Con mejores condiciones seguro que es mejor… pero lo volvería a hacer.
Ya en el hotel, el Loenfjord, uno de los mejores de todo el circuito, se impone un paseo por los alrededores…
Situado a la orilla de un fiordo, con una paz sobrecogedora…
Algún pescador, como mucho…
Ya os digo, un hotel donde podrías estar varios días sin problemas…
El pueblo es mínimo… unas cuantas casas, otro hotel más lujoso… y la iglesia.
Desde la iglesia hay una vista muy buena del pueblo y el fiordo al fondo…
También en la iglesia se encuentra un monumento en homenaje a las victimas de dos tsunamis producidos por desprendimientos de rocas -enormes- al fiordo. Estos desprendimientos produjeron una grandísima ola que arrasó el pueblo en dos ocasiones: 1905 y 1936.
Esperemos que no vuelva a pasar… y mientras, a disfrutar con la estancia en este pueblo con muchísimo encanto.
Mañana, más fiordos y llegada a Alesund.
Ver el sexto día: De Alesund a Oslo
Ver el quinto día: Fiordo de Geiranger y Alesund
Ver el tercer día: Tren de Flam y Sognefjord