Así empezó mi viaje a Noruega. Bergen: la noche
En estas vacaciones he hecho un viaje a Noruega. Un circuito en autobús llamado “Fiordos del Norte”.
El mayorista era Iberojet, pero en la práctica hemos ido con Cóndor, ya que no había gente suficiente para hacer grupos independientes y nos juntaron a los dos. En total, 20 personas.
Salimos el sábado 14 de julio de Madrid, por la tarde… y llegamos a Bergen en vuelo directo sobre las once y media.
Recogida por parte de la guía (Jenny) en el aeropuerto y traslado a Bergen. Primeras indicaciones sobre el viaje y sobre lo que vamos a encontrar…
Moneda, corona noruega, aunque se puede pagar con tarjeta en todos sitios y, en los muy turísticos incluso con euros.
Café, lo toman muy ligerito… Leche, no hay caliente.
Llamadas, si haces pocas, el móvil tuyo. Si haces muchas, hay unas tarjetas y no sé qué…
Con esto llegamos a Bergen… sábado noche. ¿Qué vamos a encontrar? Gente borracha.
Borracha, pero pacífica… podíamos salir a dar una vuelta sin problemas, sólo que no nos sorprendiera si les veíamos en mal estado…
Como a la mañana siguiente dejábamos Bergen en dirección al siguiente destino, había que salir. Las famosas casas del Brygger… el barrio de los comerciantes de la Liga Hanseática.
Al final del puerto, la zona donde, durante el día, se instala el mercado de pescado… ¡Ahora zona de fiesta!
Y al fondo, la colina Floyfjellet, o monte Floyen, para los amigos.
Bergen está bastante al sur del círculo polar ártico, con lo que anochece… pero sin llegar a ser noche cerrada. Hay una claridad en el cielo extraña… ¡para ser la una menos cuarto de la mañana!
En esta plaza hay una escultura a Ludvig Holdberg, un escritor noruego, que durante el día está tan rodeada de puestos de souvenirs que casi no se ve.
Era verdad que la gente iba bastante borracha. A mí se me acercó uno, pero era muy amigable. Estuvimos hablando sobre de dónde era, qué hacía haciendo fotos y esas cosas, pero siempre de buen rollo.
Aunque no hacía mucho frío, se podría decir que estaba fresquito. Eso sí, las chicas lucían pierna sin problemas. Supongo que, aunque fresco, para ellos sería calor.
Vuelta hacia el hotel, pasando por una casa que tiene el museo Buekorps… Creo que se podría decir que son como los Boy Scouts, pero vamos, que lo que me pareció curioso era el arco.
Y ya volviendo, sobre la una y cuarto, por la calle peatonal Strandgaten… Al hotel Confort Holberg. Una semana después, y fuera de circuito, volvería a Bergen para los conciertos de Bruce Springsteen del 23 y 24 de julio.
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Ver el quinto día: Fiordo de Geiranger y Alesund
Ver el cuarto día: Excursión al glaciar Briksdal y vuelo en helicóptero